No se toma a la ligera
el decir de un escribano,
que amenaza al Vaticano
bancarrota financiera.
Explicando a su manera
simplificadas razones,
dice que muchos millones
se dejan de recibir
y se puede deducir
que hay crisis de donaciones.
Es la raíz de sus males
según la feligresía,
el descubrir cada día
tantos abusos sexuales.
También pierden capitales
por los problemas añejos,
que nos dejaron perplejos
con la terrible versión,
los casos de corrupción
y de los turbios manejos.
Paul Marcinkus, en funciones
un monseñor rubicundo,
cubrió Juan Pablo segundo
por turbias operaciones.
También hay otras razones
de carácter financiero,
que han adoptado un sendero
en modo tan peculiar,
permitiendo sospechar
el lavado de dinero.
Con mucha preocupación
la nota que se publica,
a la iglesia le critica
el extraviar su misión.
También llama la atención
que por las mismas razones,
diócesis que son bastiones
y financiero soporte,
hoy remiten en su aporte
mínimas contribuciones.