Estuvo en primeros planos
porque fue una real tormenta,
nombrar a la presidenta
de los Derechos Humanos.
Quedaron como villanos
los de principal bancada.
Una oposición cerrada
en clara inconformidad,
dice con seguridad
que fue una elección viciada.
El Poder Legislativo
vio desbordarse pasiones,
entre gritos y empujones
dio fallo definitivo.
Proclamó resolutivo
que a antagonistas amarra.
Quedó escrito en la pizarra
de acuerdo con la elección,
asignar la comisión
a Rosario Piedra Ibarra.
Como nueva autoridad
declaró con optimismo,
manejaría el organismo
en un plan de austeridad.
Pero falta claridad
para un comentario extraño,
donde dicen que hay engaño
pues tiró de buena gana,
la casa por la ventana
en su fiesta de fin de año.
La festividad social
con suntuoso despilfarro,
se celebró en Lienzo Charro
del lujoso Pedregal.
Se sortearon al final
los regalos por montones.
Modernas televisiones
también laptops y bocinas,
y según fuentes genuinas
se gastó un par de millones.