Por todo lo que se ha visto
con el paso de los años,
revelan más desengaños
los Legionarios de Cristo.
De repente un imprevisto
trae recuerdos en tropel
y surge el nombre de aquel
que entre artimañas y guiños,
era violador de niños
llamado Marcial Maciel.
Este padre michoacano
verdadero pederasta,
tuvo de forma nefasta
protección del Vaticano.
Las quejas fueron en vano,
el argumento infecundo.
Se vio de modo rotundo
que le dio apoyo irrestricto
tanto el Papa Benedicto
como Juan Pablo segundo.
Asociación religiosa
ésta de los Legionarios,
por sus grandes inventarios
se volvió muy poderosa.
En esa senda brumosa
fue ganando voluntades.
Donación de cantidades
por montos extraordinarios,
hizo escuelas, seminarios
también universidades.
Hoy informes especiales
al rastrearle sus millones,
dicen que tiene inversiones
en paraísos fiscales.
Que invierte sus capitales
sin ningún remordimiento.
Le brinda financiamiento
o es poseedora de acciones,
en fábricas de condones
y en fábricas de armamento.