Va a quedar para la historia
por la forma tan compleja,
como México maneja
política migratoria.
Un año tiene la historia
que juzgaron de desliz,
repartieran en un tris
pulseras para migrantes,
como protección de andantes
que cruzaban el país.
Expresaron malestar
con un recelo evidente,
diciendo que de esa gente
muchos se iban a quedar.
Que encontrarían un lugar
aquí centroamericanos,
entre obreros y artesanos
que este suelo han invadido,
se vería disminuido
trabajo a los mexicanos.
Para nuevas desventuras
caravana en hora mala,
nos llega de Guatemala
El Salvador y de Honduras.
Pero ya hay nuevas posturas
dentro del gobierno actual.
Querían cruzar el umbral
en arrebatado intento,
llegando al enfrentamiento
con la Guardia Nacional.
No han faltado unos fulanos
que ahora ponen la etiqueta,
de que no se les respeta
en sus derechos humanos.
Los ataques cotidianos
resultan desconcertantes.
Con los criterios cambiantes
del antagónico eterno,
hoy se critica al gobierno
por contener a migrantes.