Sufriendo crítica etapa
de la pandemia mortal,
panorama nacional
a sinsabores no escapa.
La embestida se agazapa
irrumpiendo por doquier.
Y de repente cualquier
fulano en modo estridente,
desea obtener obviamente
el político poder.
Pareciera ya manía
este maniobrar nefando,
que vemos de cuando en cuando
con Julen Rementería.
Enfila su artillería
en esta nueva ocasión.
Acusa de corrupción
porque usando cataplasmas,
contrató empresas fantasmas
el Secre de Educación.
Tuvo respuesta al momento
diciendo que en su versión,
manipula información
y no tiene fundamento.
Desechan su planteamiento
tan ardiente como lava,
diciéndole en forma brava:
no debe asombrarse de esas,
que en SIOP las mismas empresas
eran las que él contrataba.
Si la corrupción es real
con sólidos argumentos,
pues que se deje de cuentos
y haga denuncia formal.
Su asunto más bien teatral
impacta en unos sectores.
Siempre a caza de electores
quiere armar el triqui traque,
pero su vehemente ataque
solo busca reflectores.