Unos trechos ferroviarios
que al puerto son conectados,
bloquearon los ex empleados
de los recintos portuarios.
Con encierros arbitrarios
paran labor en el predio.
También pusieron asedio
con un séquito severo,
a ese tramo carretero
que llaman el trece y medio.
Entre los manifestantes
maniobristas, cargadores,
conexos y estibadores
mas otros acompañantes.
Las consignas incesantes
fueron parte del proceso.
De escandaloso suceso
pudieron hacer alarde
y hasta ya entrada la tarde
al puerto se tuvo acceso.
Sus reclamos son endebles
apoyados con bloqueos,
insisten en sus deseos
les devuelvan los inmuebles.
Se conservan indelebles
peticiones prioritarias,
que de sus cuentas bancarias
el monto sea reintegrado,
porque les fue confiscado
con las requisas portuarias.
Desde luego que los daños
que por requisas exigen,
fueron de indudable origen
hace ya casi treinta años.
Por eso es que son extraños
esos bloqueos al vapor.
Parecen más bien labor
con carácter troglodítico,
que hace algún grupo político
contra López Obrador.