Es cotidiano dilema
de cierto modo irritante,
pero resulta importante
hablar sobre el mismo tema.
Al persistir el problema
la solución nos apremia.
Científicos de academia
ven cómo se descontrola
y llega segunda ola
de la terrible pandemia.
Ha regresado el azote
parece que con más saña,
a la capital de España
trayendo mortal rebrote.
No hay nada que lo derrote
medicinas ni plegarias.
Medidas extraordinarias
restringen movilidad
e imponen a la ciudad
restricciones sanitarias.
Pasa misma circunstancia
otro europeo país,
en la ciudad de París
que es la capital de Francia.
Relajaron la observancia
con su disciplina escasa.
El rebrote sobrepasa
los contagios nuevamente,
vendrá el encierro evidente
y el trabajo desde casa.
Revive de sus despojos
la pandemia aquí y allá,
Nueva York y Canadá
de nuevo códigos rojos.
Al virus poner cerrojos
no pudo ni el Rey ni el Zar.
Así que por bienestar
protocolos respetemos,
pues de tal modo ponemos
las barbas a remojar.