Brenda Quevedo se ablanda
al ingresar en presidio,
por secuestro y homicidio
de Hugo A. Wallace Miranda.
Del caso hizo propaganda
la madre con gran ahínco.
A Brenda sin dar un brinco
se atrapó en acción perruna,
de Genaro García Luna
en el año dos mil cinco.
Con terquedad incansable
la madre Isabel Miranda,
en su pública demanda
la señaló responsable.
A curiosidad notable
induce esta diligencia,
porque al principio hubo urgencia
presiones, hasta regaños
y hoy después de tantos años
no le han dictado sentencia.
Ahora la Organización
de las Naciones Unidas,
exige tomen medidas
por ilegal detención.
Pide su liberación
en inflexible postura,
porque ha sufrido asegura
atropellos cotidianos,
tratos crueles, inhumanos
y degradante tortura.
En juicio preliminar
de tratados mexicanos,
por los derechos humanos
la tendrán que liberar.
Claro que habrá malestar
con tesis poco analíticas
y se han de escuchar las críticas
rudas de Isabel Miranda,
que desde hace tiempo anda
con ambiciones políticas.