Fragmento
Carmen, Máximo y Aquiles,
los tres hermanos Serdán,
sorprendidos en su plan
que ya respaldaban miles,
se enfrentan a los fusiles
de milicia y policías.
Ante esas tropas impías
luchan firmes y optimistas
los anti reeleccionistas
contra de Porfirio Díaz.
Coahuilense acaudalado
fue don Francisco I. Madero,
opositor verdadero
al régimen instalado.
Con el pueblo ya cansado
de pobreza y opresión,
inicia revolución
llevando como motivo
hacer “sufragio efectivo”
y también “no reelección”.
Del estado de Durango
surge un hombre sin igual,
cuyo nombre original
era Doroteo Arango.
Madero le asigna rango
por su singular aporte.
En principio fue soporte
al frente de su gavilla,
después fue Francisco Villa
y la división del norte.
Para Emiliano Zapata
líder de los campesinos,
son sus ideales genuinos
y de justicia se trata.
Anenecuilco constata
que luchó con dignidad.
Sin medir adversidad
dedicó vida y empeño
para realizar su sueño
que era “Tierra y Libertad”
En ésta dura lección
que con sangre ha sido escrita,
recapacitar se invita
a nueva generación.
Porque la Revolución
sigue siendo lucha actual.
No se ha logrado el ideal
y después del centenario,
todavía es simple ideario
la justa igualdad social.