Hay que analizar realmente,
diferenciar con cuidado,
entre aquel que es estudiado
con el que es inteligente.
Por actitud evidente
en todo imprimen sus sellos.
Sobresalen los destellos
de filosofía “bonsái”
y “de que los hay los hay
el trabajo es dar con ellos”.
Califique usted la voz
de aquel que a tientas y a locas,
dice que usar cubre bocas
eso es no confiar en Dios.
Insiste de modo atroz
en su peculiar doctrina,
que ese cuidado elimina
y cubre bocas hoy día,
no usa porque confía
en la protección divina.
Son frases para la historia
que soltó de sus enganches,
Monseñor González Sánchez
Obispo en Ciudad Victoria.
Hace la convocatoria
de manera fuerte y clara.
En posición hasta rara
insiste en forma curiosa:
“mirarlos sin esa cosa
que traen tapando su cara”.
Para acabar dijo que
el miedo y tantos cuidados,
nos mantiene “apanicados”
y solo es “falta de fe”.
Por todo lo que se ve
suplanta en su beatitud,
la soberbia por virtud
y desprecia indicaciones,
de serias instituciones
del sistemas de salud.