Legislativos procesos
nos dictan leyes concretas,
no más partidas secretas
en presupuesto de egresos.
Muchos millones de pesos
se gastaban libremente,
arguyendo solamente
situaciones imprevistas,
o donaciones “altruistas”
que hacía el señor Presidente.
Carta Magna modifica
Cámara de Senadores
y elimina tentadores
usos de la “caja chica”.
Monto no se especifica
mas de la caja, febriles
dijeron en sus perfiles:
de chica no tiene nada,
porque acumula de entrada
de millones varios miles.
Consentimiento especial
de tiempo atrás libremente,
le permitió al Presidente
manejo discrecional.
No había un informe puntual,
nadie podía echarle el ojo.
Era cuenta con cerrojo
sin factura ni recibo
y solo el ejecutivo
la manejaba a su antojo.
Residentes de “Los Pinos”
nos deben explicaciones,
de esos miles de millones
no se saben los destinos.
Subterfugios clandestinos
sin normas como objeción,
llevan a la conclusión
viéndolo a profundidad,
que la misma opacidad
albergó la corrupción.