De nuestro ambiente político
aquí veremos textuales,
muchos deslices verbales
con carácter troglodítico.
No se trata de ser crítico
pero en campaña al descuido,
en Nayarit metió ruido
María Geraldine Ponce,
al gritar con voz de bronce
que nada le han “resolvido”.
También aquí va rasguño
para un alto funcionario,
de Educación Secretario
el Peñista Aurelio Nuño.
No valió su refunfuño
que estando en pleno poder,
dijo que quien sabe “ler”
con los libros se encariña,
mas le corrigió una niña:
se debe decir “leer”.
Recordamos por igual
a Felipe Calderón,
cuando ganó la elección
de modo controversial.
Instituto Electoral
recuento no había querido.
Sintiéndose protegido
a su triunfo se aferró
y sostuvo que ganó
como quiera “que aiga sido”.
Pero el rey de los traspiés
todo un desastre completo,
es Enrique Peña Nieto
queriendo hablar en inglés.
También el conteo exprés
lo distorsionó de un brinco.
Manifestó con ahínco:
a Oaxaca en un minuto
le rendiremos tributo,
“creo que en menos… como en cinco”.