Aunque con casos siniestros
hoy somos en la nación,
ejemplo de reducción
de homicidios y secuestros.
En los territorios nuestros
a pesar de la violencia,
hay comprobada evidencia
que al menos en el estado
de Veracruz, se ha logrado
disminuir la incidencia.
Con ajustes decisivos
en el diario devenir,
se han podido reducir
los índices delictivos.
Comentarios emotivos
no se oyen regularmente.
Los estiman ciertamente
funcionarios satisfechos,
sobre todo al ser hechos
por el “peje” Presidente.
Las cosas estaban mal
dijo López Obrador,
solo estuvieron mejor
cuando se cambió al Fiscal.
Fue una batalla legal
por virar la directriz.
Se logró el final feliz
en intrincado pasaje,
al deshacer el blindaje
de Jorge Winckler Ortiz.
Se observó nuevo escenario
en homicidios dolosos
y en delitos perniciosos
al cambiar tal funcionario.
Fue reemplazo necesario
por tantas calamidades.
Quizá por complicidades
hubo descomposición,
y perversa corrupción
de aquellas autoridades.