Al pastel solo un pellizco
pudo darle la alcaldesa,
para su amarga sorpresa
en Tlaquepaque Jalisco.
Le ha quedado el ojo bizco
de rabia y desilusión,
porque en la misma ocasión
que rindió protesta al cargo,
en par de horas sin embargo
le anularon la elección.
Tribunal Electoral
afirma que en sus llamados,
afectó los resultados
conocido Cardenal.
Monseñor Juan Sandoval
Íñiguez, en la escena
política hizo faena
y embozado en sus ropajes,
instigó con sus mensajes
a no votar por MORENA.
Dijo con su investidura
que si ganan sin querer
los que están en el poder,
se viene la dictadura.
Polarizada postura
al extremo se ha llevado.
Es asunto delicado
porque incorrecta actuación,
vulneró separación
de la iglesia y el estado.
Ganó alcaldesa y no obstante
el triunfo le fue negado,
por un “proceso viciado
de modo determinante”.
A ver si ya en lo adelante
el buen camino retoma.
Sin olvidar el axioma
que recuerda en labor crítica:
tratándose de política,
“Bien está San Pedro en Roma”.