“No hay mal que dure cien años
ni cuerpo que lo resista”,
cuando ya estás en la lista
lo peor es vivir de engaños.
Mejor demuestra tamaños
y sigue bien mi consejo
que el morir joven o viejo
no lo dictan tus ahíncos,
“Para que son tantos brincos
siendo el suelo tan parejo”.
“Después de la tempestad
siempre nos viene la calma”,
se va liberando el alma
de la cruel oscuridad.
Vemos con seguridad
de la vida el lado bueno
y ya ni el rayo ni el trueno
impacientan mi rebaño,
“De tonto me muero este año
sabiendo que el que entra es bueno”.
“Cuando una rama se seca
otra está reverdeciendo”,
no hay que vivir padeciendo
acaso fue rama hueca.
No merece ni una mueca,
para mi es cosa perdida,
acelero su partida,
le doy olvido por paga,
“Si una vela se me apaga
otra me queda encendida”.
“Todo por servir se acaba
y acaba por no servir”,
la vida en su devenir
perversa cuota recaba.
Siendo nuestra edad, esclava
que el tiempo ha de encadenar,
lo mejor es adoptar
filosófico consejo,
“Si es triste llegar a viejo
es más triste no llegar”.