“Ni buscarlas si se han ido
ni echarlas si no se van”,
dice éste sabio refrán
de todos bien conocido.
Quiero dejar entendido
que no he rogado a ninguna
y a pesar que hay más de una
por quien me sobran las ganas,
“A mí no me cantan ranas
a cantar a la laguna”.
En éste refrán travieso:
“Reloj, caballo y mujer
tener bueno o no tener”,
hay una verdad de a peso.
Seguramente por eso
se debe elegir con tino,
buen reloj y buen equino;
de la mujer, su dulzura,
grácil y esbelta figura,
“Pierna larga, plato fino”.
“Donde vuela gavilán
nunca aletea la paloma”,
la jerarquía pronto asoma,
las fuerzas dominarán.
Así tus ojos verán
mis virtudes por mayor.
sé que me darás tu amor
del mundo a todo lo ancho:
“Ahora si violín de rancho
ya te agarró un profesor”.
“Tú le das sabor al caldo”
con tu manera de ser
se puede sentir y ver
de tu presencia el respaldo.
quiero hacer somero saldo
de tu carácter tan fino.
Estoy seguro que atino
cuando me atrevo a juzgar
que también sabes llamar
“Al pan, pan y al vino, vino”.