"A todo le llaman cena
aunque sea un taco con sal”,
espero no se oiga mal,
yo prefiero cosa buena.
Satisfacerse no es pena
si en pago a tu sacrificio
logras éste beneficio:
“Comer hasta reventarse,
beber hasta emborracharse,
que ya lo demás es vicio”.
“A buen hambre no hay pan duro”,
“A quien le dan pan que llore”,
puede que el tiempo mejore
en un cercano futuro.
Mas, persistiendo el apuro
sin prosperar tu sostén,
quizá llegues junto a quien
te dé migas de su fiambre,
“Ay verás si mueres de hambre
o comes lo que te den”.
“Deje usted que el niño nazca
y él dirá quién es su padre”,
teniendo una hermosa madre
que le gusta la borrasca.
En cualquier lodo se atasca
y aunque deseo su querer,
he llegado a comprender
que si no he de ser su dueño,
“Eso no me quita el sueño
ni las ganas de comer”.
“El que tiene que comer
se olvida del que no tiene”,
recordar no le conviene
ese cristiano deber.
Pero no me ha de doler,
estando en pobreza tanta,
mi altivez todo lo aguanta
y eso a muchos les admira
que “Cuando el hambre me tira
el orgullo me levanta”.