Son datos escalofriantes
en la noticia tan fuerte,
donde relatan la muerte
de cincuenta y tres migrantes.
Desgraciados ocupantes
de un tráiler que en hora mala,
a Texas haciendo escala
iban en pos de sus sueños,
mexicanos, hondureños
y también de Guatemala.
Viajaban en el camión
apretados ciertamente,
sesenta grados de ambiente
sin tener ventilación.
No hubo consideración
pues según iban viajando,
seguro que iban gritando
porque quienes acudieron,
tristemente describieron
que se estaban “cocinando”.
Escenas aterradoras
revelaron asombrados,
que estaban todos rociados
de especias sazonadoras.
Entre voces narradoras
dice información precisa,
que tal cosa se realiza
al llevar esos encierros,
para evitar a los perros
de patrulla fronteriza.
Intentando probar suerte
no imaginan los migrantes,
que en sus viajes delirantes
van muy cerca de la muerte.
La necesidad es fuerte
y aunque muestran voluntad,
gobiernos en realidad
no han vencido en su deseo,
la carestía, desempleo
y tanta inseguridad.