“El que ha de morir a oscuras
aunque muera en velería”,
su destino ya traía
dicen, en las escrituras.
Tú del llano y las alturas
disfruta lo que te ofrecen,
delicias mil que estremecen
sin nada que lamentar,
“Al que se ha de condenar
es por demás que le recen”.
“Al saber le llaman suerte”,
mas, bueno es reconocer,
al que con sabio entender
en sus gestiones acierte.
La inteligencia se advierte,
resalta en toda ocasión
y aceptemos sin pasión
errores cual todo humano,
“Hasta al mejor escribano
también se le va un borrón”.
“Con muchas gotas de cera
se forma un cirio pascual”,
sabiendo sentencia tal
me he resignado a la espera.
Voy a lograr que me quiera
así me simule aureolas,
pronto estaremos a solas
y aunque de lujuria peque,
“Solo que la mar se seque
no me bañaré en sus olas”.
“Como agua pa’ chocolate”,
en el trajín de la vida,
la sangre siempre encendida
dispuesta para el combate.
Parecerá disparate
pero a excepción del amigo,
sin miramientos persigo
enfrentando a quien me ataca,
Al cabo la muerte es flaca
y no ha de poder conmigo”.