Recibió respuesta cruel
un joven por sus engaños,
de solo diecinueve años
con nombre Ulises Leonel.
Muy metido en su papel
a las víctimas somete.
El delito que comete
es localizar incautos,
para robarse los autos
con pistola de juguete.
Calle Paraguay, esquina
Constitución intermedia,
así ocurrió la tragedia
pueblo San Justo, Argentina.
Iba rumbo a la oficina
ingeniero en corto trecho,
cuando un joven al acecho
se le planta amenazante
y respondió al asaltante
con un disparo en el pecho.
Con mucha seguridad
empuñaba el mozalbete,
la pistola de juguete
para hacer su voluntad.
Mas con arma de verdad
antes de lo que se piensa,
para responder la ofensa
le dispara el asaltado,
que hoy se encuentra exonerado
por legítima defensa.
Reclama en su desconcierto
familia del desdichado:
debió estar encarcelado
y no debiera estar muerto.
Demandan a grito abierto
en contra de quien gobierna.
Se oyó queja casi tierna
del abuelo y los papás,
de que “le hubieran nomás
disparado en una pierna”.