Hay muchas líneas escritas
a cerca de la violencia
y la negativa influencia
del juegos de “maquinitas”.
Encuentros de trogloditas
con personajes muy fuertes.
Sus piruetas y mil suertes
eluden al enemigo,
reciben y dan castigo
entre balazos y muertes.
Una tragedia ha pasado
pues tuvo un hecho violento,
La Perla, un ayuntamiento
en el centro del estado.
En momento desdichado
del videojuego al calor,
con odio hacia el vencedor
un niño sintiendo injuria,
arrancó en soplo de furia
la vida de otro menor.
Cada uno asumía su bando
con efusión inaudita,
en la misma “maquinita”
ambos estaban jugando.
Pero en el momento cuando
de la derrota vio el guiño,
se fue a hacer un escudriño
a su casa y en la bola,
volvió con una pistola
ultimando al otro niño.
En el tremendo enredijo
buscaron al agresor,
pero en gesto protector
el padre huyó con el hijo.
Del videojuego canijo
pinceladas ingeniosas,
pero que son peligrosas
por tiempo no limitar,
para poder evitar
se emboben con esas cosas.