Allá en la Suprema Corte
doña Yazmín Esquivel,
ha recibido a granel
ataques de sur a norte.
Hasta un agresivo aporte
de académicos sin par,
que en postura singular
firman un largo capítulo,
donde piden que su título
se lo deben retirar.
Desde luego que ella niega
la tesis haber copiado,
pero en la UNAM un jurado
sus argumentos doblega.
A la conclusión se llega
que ya es su vida un naufragio.
Parece que hubo contagio
de los que a golpes de pecho,
piden su sitio deshecho
por ser la tesis un plagio.
Surgen voces por montón
que piden con “sano juicio”,
no se empañe el ejercicio
de una honesta profesión.
Se ve maligna intención
de provocar vericueto.
Porque el que hoy pide respeto
no pronunció ni un adagio,
cuando se supo del plagio
en tesis de Peña Nieto.
Carmen Aristegui dio
suficientes elementos,
mostrando con documentos
que su tesis la plagió.
La Universidad cedió
haciendo la autocensura,
Peña Nieto en forma oscura
nunca se vio sancionado,
a pesar de haber plagiado
tesis de licenciatura.