Sin mostrar pena ninguna
Calderón emite estricto,
dudas sobre el veredicto
en contra de García Luna.
Incertidumbres acuna
formulando sus teorías.
Enfoca sus baterías
en que hubo pruebas faltantes:
depósitos importantes
videos o fotografías.
Como defensa se lanza
la peculiar reflexión,
de Felipe Calderón
por su hombre de confianza.
Formaron estrecha alianza
siendo jefe y subalterno.
Manejó poder alterno
el que fuera Secretario
de Seguridad, suntuario,
para todo su gobierno.
Agrega con insistencia
que se emplazó ante un jurado,
un hombre que fue formado
en tareas de inteligencia.
Dos sexenios de experiencia
decoran su biografía.
De tal manera que un día
Calderón con regocijo,
de todo México, dijo
era el mejor policía.
Se quejó de los sucesos
porque alegatos y pruebas,
son evidencias malevas
de criminales confesos.
Y en lóbregos embelesos
que le enturbian el tejado,
dijo que en corto pasado
de Presidentes ha sido,
¡ el que más ha perseguido
al crimen organizado !.