Hoy Felipe Calderón
quiere volver a la escena
política, en forma plena
como guía en la oposición.
Lanzó su publicación
que expectativas rebasa.
Ante votación escasa
y los frutos conseguidos,
le sugiere a los partidos
afiliaciones en masa.
Ha elaborado su plan
con obsesionado ahínco,
se olvida que el dos mil cinco
perdió la interna del PAN.
Por redondear el desmán
entró en turbio vericueto.
Pues se dice que en secreto
al no ser su candidato,
hizo en indigno arrebato
acuerdos con Peña Nieto.
Hace alianza similar
con COPARMEX no se extraña,
con grupo Vox en España
y el expresidente Aznar.
Su intención es liderar
grupo opositor unido.
Parece muy atrevido
quiera gobernar la nave,
si en la práctica se sabe
que está fuera del partido.
En un corto porvenir
con los cambios del formato,
pero bajo su mandato
la oposición quiere unir.
Como Zenit a Nadir
su aspiración troglodítica.
Mueve a sarcástica crítica
que pretenda en su candor,
ser el López Obrador
de la derecha política.