“No me asusten con matarme
que no he comprado la vida”,
aunque la tenga perdida
no me verán doblegarme.
Puedo muy bien arreglarme
hasta en riña callejera,
le entro de cualquier manera
nomás que me hablen derecho,
“Para mí la pulpa es pecho
y el espinazo cadera”.
No hay porqué “Enseñar el cobre”,
popular sabiduría
que muy bien encajaría
a quien con engaños obre.
Al que presunción le sobre
y su Ego tenga en la cumbre,
ese tendrá por costumbre
con alardes provocar,
al acercarse a un lugar
“Llegando y haciendo lumbre”.
“No es lo mismo echar piropos
que decir una alabanza”,
grande admiración alcanza
quien se adorna usando tropos.
Hay a quien blanquean los copos
y el tiempo hace cruel joroba,
sin que por eso una trova
le brote hermosa y sincera,
“Cualquier árbol es madera
pero el pino no es caoba”.
“El dolor es soportable
cuando es el dolor ajeno”.
nunca sufrir será bueno
ni padecer es deseable.
Si ésta vida miserable
como una prueba te lanza,
que traicionen tu confianza
y tu debas disculpar,
“Es más fácil perdonar
después de cobrar venganza”.