En mayo día de la madre
hubo gran celebración,
sin haber comparación
en junio por día del padre.
Aunque a muchos no nos cuadre
surgen los balances malos.
Tal vez por ingresos ralos
o por hábitos ya fijos,
la verdad es que los hijos
gastan menos en regalos.
De eso está bien enterado
pues nota las discrepancias,
al comparar sus ganancias
el comercio organizado.
No hubo aumento demasiado
en derrama de dinero.
Si acaso se vio ligero
un índice promisorio,
por incremento ilusorio
en sector restaurantero.
El ingreso fue muy flaco
si al de mayo se compara,
afirmó de forma clara
presidente de CANACO.
En cuanto a obsequios fue opaco
el monto de operaciones.
Mínimas las inversiones
de la clientela inconstante,
a pesar que el comerciante
hizo buenas promociones.
No hay comparación realmente
con el día de la madre,
aunque el pecho nos taladre
para el padre es diferente.
Que no importa finalmente
al comerciante ese plano,
porque sabe de antemano
que habrá más consumidores,
y vendrán unas mejores
vacaciones de verano.