(1)
Primero un dato: a Gerardo Buganza se le ofrecieron 1 mil 500 millones de pesos para crear una candidatura independiente que buscaría desalentar a los llamados Yunes Rojos: los senadores Héctor y Pepe, a buscar la de por sí poco atractiva gubernatura de 2 años por Veracruz.
Recién retornado a la Secretaría de Gobierno con Javier Duarte, Gerardo dijo sí y renunció el 17 de julio del 2015 para lanzarse a una aventura sin retorno: a la búsqueda final de su sueño por ser gobernador.
Fracasó.
¿Quién le ofreció los 1 mil 500 millones a Gerardo?
No existe la prueba fehaciente pero una fuente confiable me dirige al mediterráneo.
Desde allá, como se sabe, se buscó siempre que el sucesor de Javier Duarte fuera Erick Lagos.
Buganza independiente frenaría a los Yunes Rojos.
Erick iba por la gubernatura de dos años. Le sucedería alguien más de los niños fieles y así –en serio- hasta el infinito…
(2)
Las cosas no pintaron bien desde que Javier Duarte desdeñó a Erick Lagos y apostó todo su capital político por Alberto Silva: el cisne vanidoso y adulador.
En segundo lugar: los Yunes Rojos no cedieron.
Trajeron a Manlio Fabio Beltrones a la reunión del rancho San Julián y ahí se dejó escuchar el histórico “Felicidades Héctor”, aquel 27 de noviembre del 2015.
(3)
De pronto, a Gerardo dejaron de contestarle las llamadas al otro lado del océano…y de éste también.
El dinero dejó de fluir.
Algo de recurso le habían dado -por partes- con lo que armó la propaganda del tiburón, se montó en el apoyo del bronco de Nuevo León y repartió 30 candidaturas independientes para igual número de distritos.
El expanista, el exempleado de la fidelidad/duartista, el güero autoconvertido en un apóstol actuó con eficacia, pero…
En noviembre se supo que era Héctor, en diciembre se ratificó la decisión en el altiplano y en enero se hizo oficial.
Desde diciembre, Gerardo supo que los 1 mil 500 millones habían dejado de existir.
(4)
En este contexto, Gerardo Buganza anunció su renuncia a la candidatura independiente el pasado 4 de febrero del 2016.
Hay quienes pretextan el cáncer de piel que no habría desaparecido del todo.
Pero no.
Lo ilusionaron.
Lo utilizaron.
Lo engañaron.
Se la dieron a probar y luego se la quitaron de la boca.
Y todo terminó en un ridículo que está beneficiando a la alianza PAN/PRD.
Las más de 190 mil firmas que Buganza tenía en las manos serán votos que no necesariamente se irán al PRI que aún luce dividido.
Los orquestadores de la candidatura independiente, los impulsores de Erick y Silva, siguen poniéndole obstáculos a Héctor.
En una de ésas, ofendido, Gerardo Buganza le arrime su operación y estructura política a la alianza azul amarilla.
Es más, en una de esa el cordobés le regale a los de Boca del Río hasta su fe…