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La madrugada del viernes 13 de octubre pasado, sobre la avenida Miguel Alemán -entre Negrete y Aldama- de Acayucan, Veracruz, una camioneta Honda CRV con placas XZU713A fue totalmente destruida por el fuego. 

El propietario de la unidad es Alejandro Tapia Martínez, oficial de la Marina Armada Nacional jubilado. 

El oficial de la Marina funge como delegado del Instituto Nacional de Migración (INM) en Acayucan y tiene a su cargo la Estancia Migratoria con capacidad para el resguardo de hasta mil extranjeros detenidos por violar la ley migratoria mexicana. 

Ciudadanos asiáticos, europeos, africanos, americanos capturados en cualquier parte del país son enviados a las estancias migratorias del INM, una de las cuales se ubica en el sur veracruzano. 

Versiones periodísticas policiacas ventilaron dos versiones sobre el incendio de la camioneta del marino jubilado y funcionario del INM: sufrió un corto circuito o se empleó algún instrumento para provocar el fuego y la destrucción total. 

Vecinos habrían escuchado un estallido para ser testigos, posteriormente, del incendio de la unidad. 

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El sur de Veracruz es uno de los dos pasos obligados de los migrantes decididos a ingresar ilegalmente a territorio mexicano desde la frontera con Guatemala; el otro es Oaxaca. 

Durante décadas migrantes con la meta de arribar a Estados Unidos y sin recursos para buscar alternativas más seguras, se lanzan a un recorrido tan riesgoso que ha costado cientos de vidas dado el  uso del tren, la contratación de polleros, la poco exitosa idea de hacerse pasar por mexicanos en el transporte público formal o -caso más reciente- organizándose en caravanas donde caminan de forma inenarrable por cientos de kilómetros cruzando zonas controladas por el crimen organizado y en condiciones inhumanas. 

Diálogos cotidianos en Acayucan -un lugar donde la presencia del INM y sus garitas hoy transformadas en una mega fortaleza y sus agentes migratorios cuyo número ha crecido exponencialmente forman parte del entorno social- remiten a información abundante sobre el tema migratorio. 

Aquí viven, forman familias, conviven, se integran a cadenas económicas, echan raíces, agentes federales tanto dedicados a capturar migrantes como a cuidarlos en el caso de los grupos “Beta”; varios de ellos son migrantes internos al provenir de otras ciudades o entidades federativas… 

Pero también hay en la estructura operativa del INM un amplio número de gente nativa… 

Imposible resguardar lo que ocurre en su interior. 

Entre estas conversaciones, inmersa en la compartición social y natural de datos, o producto de la cultura del rumor, se escucha una versión extraoficial sobre el involucramiento añejo de un sector del INM: la corrupción ligada al paso de migrantes ilegales popularmente denominados “pollitos”. 

Un pollero es un transgresor de la ley -hombre o mujer- que traslada “pollitos”, es decir migrantes ilegales que pagan miles de dólares a fin de ser trasladados a Estados Unidos vía el territorio mexicano. 

Esos polleros -se ha sabido durante años- operan en complicidad con un sector corrupto del gobierno dentro del cual se ubican algunos agentes migratorios. 

“Lo de la camioneta incendiada” -el pasado 15 de octubre, en la avenida Miguel Alemán de Acayucan- “pudo ser un mensaje de la mafia de polleros: te comes pollitos y no reportas”, comenta un ciudadano… 

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El tema no termina allí. 

Fuentes internas del INM denuncian: hay casos de acoso sexual en la delegación Acayucan del INM. 

Fueron proporcionados dos nombres de mujeres al parecer víctimas de este delito por parte de un funcionario migratorio. 

No hay denuncia por temor a represalias, señalan; de aquí el impedimento de hacer público el nombre del presunto acosador. 

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El día cinco de junio del 2019 Marco Antonio “N” fue asesinado a balazos a bordo de su camioneta, sobre la calle Rébsamen, entre privada Jardín y Moctezuma del barrio Villalta en Acayucan. 

Se desempeñada como agente del Instituto Nacional de Migración (INM), contaba con 48 años y era nativo de Tierra Blanca, Veracruz. 

Hay dos palabras clave en torno a este asesinato: cubanos y socialización. 

Los migrantes cubanos son caracterizados aquí como los extranjeros más preparados, más seguros de sí mismos en su convivio social, quienes no llegan a pedir apoyo en la calle, ni buscan empleo local ni se quedan. 

Reciben dinero desde Estados Unidos, en varios casos contratan asesoría legal privada y emigran al norte de México en la primera oportunidad. 

El caso del agente Marco Antonio y su proceso de socialización con los vecinos de Acayucan transcurrió como el resto de sus compañeros: rentan o compran viviendas, sus familias acuden a escuelas locales en forma normal; son parte de la vida cotidiana; de ahí, entonces, que se conozcan detalles sobre el desarrollo de las actividades de un engranaje clave en el mundo de los extranjeros y su paso ilegal por México: el INM… 

Aparecen historias, detalles pero en el fondo esta realidad del Estado es tan profunda como indescriptible… 

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Este lunes de la Virgen de Santa Cecilia, Patrona de los Músicos, entre 500 y 800 migrantes partieron desde Acayucan en dirección a la ciudad de México. 

Es una parte menor de la caravana de unos cuatro mil migrantes surgida desde Tapachula, Chiapas, el pasado 23 de octubre. 

Irineo Mujica, líder de la asociación civil “Pueblo sin fronteras”, organizador e impulsor de la caravana fue entrevistado por este reportero y denunció el afán del gobierno mexicano por desbaratar la movilización de migrantes vía varias estrategias, entre ellas la oferta de un permiso para permanecer en el país de manera legal durante un año con derecho a trabajar. 

Hay muchas limitaciones en ese permiso, de las cuales sobresale la condición de permanecer en el sitio donde es expedido el documento, con la prohibición de viajar -sobre todo al norte, en dirección a Estados Unidos- so pena de ser detenido y deportado. 

Al nacer en territorio mexicano, hijos de extranjeros automáticamente son ciudadanos mexicanos con todos los derechos que marca la constitución. 

Un caso así forma parte de la caravana. 

Sobre este bebé de tres meses dio cuenta al autor de Claroscuros el responsable de un hotel donde pernoctó la pareja -centroamericana- con su hijo mexicano  

Al plantear una visión completa sobre el tema de la caravana y los migrantes, Irineo Mujica expuso: “el de la migración es un fenómeno sumamente complejo: de raíz hay causas económicas, étnicas, políticas, de sobrevivencia ante la violencia en los países de donde vienen estas personas. El golpe de estado en Haití y el huracán que arrasó esa isla; los ajustes en la política migratoria de Chile; los problemas políticos en Nicaragua, Venezuela; la pobreza extrema en Centroamérica; las mafias en todas partes; estos elementos, entre muchos otros son motivos de la salida de familias enteras como parte de una tragedia humanitaria. Estos acontecimientos son como un efecto dominó, arrojan a la gente de país en país”. 

“México le hace el trabajo a Estados Unidos al buscar frenar a los migrantes, eso lo entiendo; pero hay cosas que no entiendo sobre la migración, temas profundos, no lo sé todo, aunque tengo más de veinte años de experiencia en estas movilizaciones…” expuso Irineo Mujica. 

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Vía wasap el redactor tuvo contacto con el padre Ramiro Baxin Ixtepan, titular de la Pastoral del Migrante de la Diócesis de San Andrés Tuxtla de la iglesia católica. 

El sacerdote atiende albergues para migrantes en Sayula y Oluta, muy cerca de Acayucan. 

A las ocho horas de este lunes la caravana ingresaba a la autopista de Sayula a Cosamaloapan. 

“A las once ya salieron de la autopista y están en la carretera libre a la altura de Cruz del Milagro, municipio de Sayula”, comentó Baxin Ixtepan. 

“Estamos al tanto, pendientes. Se les ayuda y ayudará en función de la ruta que elijan los migrantes; he hablado con Irineo Mujica. En Córdoba, Orizaba, Puebla, la iglesia católica, las patronas y los hermanos cristianos están a la espera de la caravana migrante…” añadió. 

La caravana presente en Acayucan el fin de semana constituye sólo un capítulo: han pasado más y vienen más; se prevén sean muchas más si el número de migrantes en Tapachula, Chiapas, no se frena y sigue conformándose por docenas de miles de seres humanos movilizados a partir de una pandemia de pobreza tan antigua como incontrolable e imbatible en el mundo entero…