El parlamento abierto sobre la propuesta de Reforma Eléctrica del presidente Andrés Manuel López Obrador convocó en su primer día -el lunes- a diez gobernadores y a la jefa de gobierno del Distrito Federal.
Omar Fayad, militante del PRI y gobernador de Hidalgo, José Ricardo Gallardo Cardona, militante del PVEM y jefe del ejecutivo de San Luis Potosí, además de José Rosas Aispuro, militante del PAN y titular del gobierno de Durango -quien tomó parte vía telemática- pusieron el toque de pluralidad al evento presidido por el titular de la mesa directiva en la Cámara de Diputados: el legislador veracruzano Sergio Gutiérrez Luna.
Acudieron también la jefa de gobierno del DF, Claudia Sheinbaum y los gobernantes de Michoacán, Chiapas, Guerrero, Campeche, Sonora, Sinaloa, Tlaxcala.
El parlamento abierto sobre la Reforma Eléctrica contó con diecinueve mesas temáticas con especialistas y expertos en el rubro.
Recordemos que en el 2013 se llevaron a cabo modificaciones constitucionales entre las cuales destacó la Reforma Energética.
Ocho años después el gobierno de la llamada 4ta Transformación busca dar marcha atrás a la Reforma Eléctrica impulsada por el entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Para modificar la Constitución se requieren más de 330 votos de diputados federales -dos terceras partes de la Cámara Baja-.
MORENA y sus aliados del PT y PVEM no cubren esa cuota por lo cual deberán sumar apoyos desde las curules del PRI, el PAN y el PRD o bien sólo con una mayoría de la bancada tricolor o azul pues el PRD no cuenta con el número suficiente de curules.
Por razones de espectro ideológico y de interés político/electoral el PAN no apoyaría la iniciativa de AMLO.
El PRI coincide en términos ideológicos con MORENA pero los confrontan intereses políticos.
Ahí es, empero, en la bancada tricolor donde MORENA y aliados pueden obtener la suma necesaria de votos para sacar adelante la Reforma Eléctrica cuyo contenido preocupa al gobierno y al sector empresarial de Estados Unidos, por lo que hace a las inversiones privadas ya colocadas y en funcionamiento en México, más aquellas interesadas en llegar.
Otro tema delicado es el relativo a las energías limpias cuyos impulsores desde diversos puntos del planeta observan un posible retraso desde México al respecto.
Termoeléctricas e hidroeléctricas frente a la inversión para contar con más parques eólicos -energía eléctrica por el viento- paneles solares -energía por el sol- amén del debate sobre la continuidad o cierre de la única planta de energía nuclear en el país: Laguna Verde. He ahí un elemento medular a la hora de pensar en una nueva Reforma Eléctrica.
Añadamos un aspecto polémico pero esencial: la soberanía nacional en el ramo energético.
Para hablar de todo ello, debatirlo, analizarlo, conocer los detalles técnicos, su viabilidad, sus ventas y desventajas, los compromisos políticos, económicos, legales existentes al respecto por parte del Estado mexicano con el sector empresarial mexicano y el extranjero, se impulsó el parlamento abierto cuya segunda jornada se realizó este martes.
La convocatoria partió desde la JUCOPO en la Legislatura Federal y a partir de los protocolos correspondió a la mesa directiva presidir el arranque del encuentro.
Los políticos son quienes deciden o impulsan las decisiones sobre temáticas de esta naturaleza, muy profundas por tratarse de una Reforma Constitucional.
Por ello, cobra importancia la convocatoria a políticos del más alto nivel: los gobernadores.
Los gobernadores de MORENA, desde luego, cierran filas para apoyar la propuesta del presidente López Obrador, y aunque fue muy escasa la participación de opositores ahí estuvieron dos rivales: uno del PRI y uno del PAN quien se limitó a escuchar y no habló, amén de un aliado del PVEM.
Vale la pena transcribir lo dicho por Claudia Sheinbaum: “la iniciativa de reforma constitucional en materia de energía eléctrica, litio y otros minerales es un acto de responsabilidad y visión republicana, que da a la nación soberanía eléctrica”.
“El llamado es a que hagan historia, como lo hicieron los legisladores de 1857, de 1917, de 1938, como lo hicieron los de 1960; dejemos atrás el vergonzoso capítulo de 2013 y entremos al nuevo capítulo, acorde con los nuevos tiempos; estoy segura que el pueblo de México los recordará y podrá en el ligar de la historia de estos tiempos de transformación”.
El hidalguense Omar Fayad, presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) puntualizó una discusión sobre la Reforma Eléctrica entendida más allá de prender un foco en casa, pues tiene que ver con la fortaleza de un sistema eléctrico competitivo, de energías limpias y del desarrollo
nacional, estatal y municipal.
Añadió: “Lo que nos une y la razón por la que estamos aquí, es que queremos un México más fuerte, no podemos seguir generando electricidad a costa de la salud de los mexicanos o de las finanzas públicas; nos encontramos en un punto decisivo para México y es momento de ver hacia el futuro”.
Por lo cual propuso elevar a rango constitucional el derecho de todo mexicano a contar con electricidad e internet.
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Hay elementos políticos y jurídicos de por medio, pero en el fondo -en el actual debate mundial sobre la generación de energías- los gobernadores, los legisladores y la sociedad nos topamos con la urgencia de alejarnos paso a paso y con firmeza del empleo de energías fósiles.
Sin duda el parlamento abierto es un encuentro clave para un debate de altura intelectual entre quienes manejan el poder institucional mexicano.
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Mientras tanto en Veracruz la polémica no se frena.
El gobernador Cuitláhuac García Jiménez insistió ayer en necesidad de una investigación a fondo sobre los presuntos nexos de ex gobernadores con el crimen organizado.
Tema de peso -sin duda- y bien valdría la pena el esclarecimiento al respecto por parte de la Fiscalía General de la República.
Se requiere llevar este asunto más allá del debate mediático: donde el gobernador Cuitláhuac García Jiménez señala y Miguel Ángel Yunes Linares responde vía redes sociales…
Mientras el inefable Javier Duarte de Ochoa deshoja la margarita de su potencial libertad desde una cárcel donde, si acaso, un día pueda tener sitio su cómplice: aquella antítesis de dulcinea con patética convicción: “sí merezco abundancia, sí merezco abundancia, sí merezco abundancia…”