A pesar de ser uno de los estados de la República con mayor riqueza en recursos naturales, Veracruz vive un rezago social inmenso, que se refleja de manera por demás cruda en los altos índices de pobreza que se registran en amplias franjas de la entidad, así como en las deficiencias en rubros como la salud y la educación que han señalado diversos organismos civiles.
Ello, a pesar de que al rubro de desarrollo social y humano se le destinan sumas estratosféricas de dinero. Tan sólo para el ejercicio fiscal 2015, en el Presupuesto de Egresos del Estado se dispusieron 55 mil 512.6 millones de pesos para ese fin.
Sin embargo, no hay avances. Al contrario, existen severos retrocesos, provocados en buena medida por el mal uso que se da a los recursos públicos, de lo cual se ha dado cuenta profusamente en las últimas semanas y meses.
Para salir de dudas, baste revisar el “Índice de Desarrollo Humano para las Entidades Federativas, México 2015” del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), donde queda claramente plasmada esa dura realidad del estado de Veracruz. Y aunque los datos recabados llegan solamente hasta 2012, dan una idea muy diáfana de lo que está sucediendo. Por lo pronto, son los más actualizados.
De acuerdo con este estudio, la entidad veracruzana ocupa el lugar 28 en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del país, en un nivel clasificado como bajo, sólo por encima de Michoacán, Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
En un comparativo, mientras el nivel de IDH de Veracruz está situado en 0.713, el del Distrito Federal, la entidad del país con el índice más alto, es de 0.830. El promedio de los países desarrollados es de 0.889. El nivel máximo a alcanzar es de 1.00.
El IDH se calcula a partir de tres variables, que son salud, educación e ingreso, con las siguientes metas: disfrutar de una vida prolongada y saludable, adquirir conocimientos y lograr un nivel de vida digno.
Y bajo esos mismos parámetros, Veracruz sigue en el fondo de la tabla en las tres vertientes. En Índice de Salud, ocupa el lugar 27, al igual que en el de Educación; mientras que en el de Ingreso, se ubica en la posición 23.
El PNUD estima que Veracruz podrá alcanzar el IDH que actualmente tiene el Distrito Federal hasta el año 2066. En tanto, en el contexto internacional, el Índice de Desarrollo Humano del estado es comparable con el de Albania, uno de los países más rezagados de Europa, según establece el estudio.
El Índice de Desarrollo Humano para las Entidades Federativas destaca la existencia de Fonregión, un fondo con recursos federales instituido desde el ejercicio fiscal 2007 con el objetivo ex profeso de “apoyar a las diez entidades federativas con menor IDH respecto del índice nacional, a través de programas y/o proyectos de inversión destinados a mantener e incrementar el capital físico, la capacidad productiva, o ambos, así como para impulsar el desarrollo regional equilibrado mediante infraestructura pública y su equipamiento”.
Para el presente ejercicio fiscal, el de 2015, a Fonregión se le asignó un presupuesto de seis mil un millones de pesos, de los cuales, a Veracruz le fue asignado el siete por ciento. Dónde o cómo se apliquen esos recursos, en este momento, es un enigma. Deben ser parte del “oro molido” al que se refería el ex secretario de Finanzas Salvador Manzur, en el video donde fue exhibido preparando el desvío de los recursos de los programas sociales federales para las campañas electorales de 2013.
E imagínese. Si el Índice de Desarrollo Humano de Veracruz estaba por los suelos en 2012, ¿qué encontrará el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo cuando recabe, organice y clasifique los datos de 2013 a 2015, periodo en que la situación financiera del estado se fue al despeñadero?
Simplemente, el fracaso de la política social en Veracruz.