Desde hace semanas, se ha manejado en varios medios y artículos de opinión dentro y fuera de Veracruz que “ahora sí”, ya viene la justicia federal a hacer pagar con la cárcel a quienes desfalcaron y llevaron a la quiebra al estado.

Se ha hablado en diferentes oportunidades de que supuestamente hay 21 denuncias de la Auditoría Superior de la Federación ante la Procuraduría General de la República en contra de funcionarios y ex funcionarios de la presente y la pasada administración estatal, y que “ya no tardan” en caerles con la “voladora”.

Materia para proceder contra esa veintena de malos servidores públicos, sobra. Tan sólo las multicitadas observaciones de la Auditoría Superior de la Federación a la Cuenta Pública de 2013 de Veracruz por irregularidades y presuntos desvíos del orden de cerca de nueve mil millones de pesos debería bastar para iniciar un proceso legal contra quienes hicieron mal uso de ese dinero.

Y entre más se abre la tapa de la cloaca, más suciedad sale. Precisamente, en el apartado del Informe de Fiscalización de la Cuenta Pública de la Comisión Nacional del Deporte y Cultura Física (Conade), aparecen serias irregularidades en el manejo y aplicación de los recursos federales que fueron ministrados a Veracruz para las obras de infraestructura de los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2014, los mismos que el gobierno de Javier Duarte promovió con descaro como los “mejores” de la historia.

De acuerdo con el reporte, el velódromo de Xalapa (costosísima obra que ahora está abandonada), la pista de canotaje en Tuxpan y la remodelación del estadio Luis “Pirata” Fuente en Boca del Río presentan deficiencias de construcción y administrativas.

En el ejercicio de 2013, el Fideicomiso de Veracruz (creado el 30 de octubre de 2009 “con el fin de apoyar el desarrollo de la infraestructura y equipamiento deportivo en el estado de Veracruz de Ignacio de la Llave para los Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe”) reportó erogaciones por 116 millones 577 mil 500 pesos (cubiertos con recursos que la Conade transfirió en ejercicios anteriores), por concepto de infraestructura deportiva, de los cuales 76 millones 246 mil 500 pesos se erogaron en la construcción del velódromo de Xalapa; 39 millones 708 mil 200 pesos en la remodelación del “Pirata” Fuente y 622 mil 800 pesos en la pista de canotaje de Tuxpan.

Pues bien. En los tres casos, se reporta que a la fecha de la revisión (julio de 2014), las obras no habían sido concluidas (como en distintas oportunidades, desde entonces, se denunció en este espacio) y se habían celebrado convenios de ampliación injustificados, toda vez que “el Fideicomiso Público de Administración e Inversión para el Desarrollo de la Infraestructura y Equipamiento Deportivo en el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, contaba con los recursos suficientes para cumplir en tiempo y forma las obligaciones derivadas del contrato”. Claro, si ese dinero no hubiera sido utilizado para otros fines, como fue que sucedió.

Por si no bastase lo anterior, este fin de semana el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, dio a conocer que desde noviembre de 2014 presentaron seis denuncias penales contra funcionarios y ex funcionarios de la anterior y la actual administración estatal, ya que, acusó, el Gobierno del Estado incurrió en una simulación y una ilegalidad al devolver a la Federación dos mil 500 millones de pesos que le eran reclamados por la ASF del Fondo de Apoyo a la Educación y del Fondo de Apoyo a la Salud, sólo para obtener los comprobantes de depósito y de inmediato retirar nuevamente de las cuentas bancarias esos recursos. Práctica muy socorrida desde el sexenio de Fidel Herrera y que en el de Javier Duarte se volvió patológica.

Como se puede apreciar, hay materia de sobra para actuar contra una buena cantidad de malos funcionarios que manejaron a su antojo y sin que se sepa con certeza en qué, los recursos de todos los veracruzanos. También hay denuncias y los responsables de las presuntas malversaciones están plenamente identificados. Algunos hasta candidatos son.

Pero parece que la Federación sólo nos quiere asustar con el petate del muerto. ¿O qué espera para actuar?

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