El Gobierno del Estado de Veracruz volvió a dar muestra de lo que para el actual grupo gobernante significa la palabra “transparencia”.
Resulta que a todos los ciudadanos veracruzanos nos pasaron de humo la contratación de un nuevo crédito para la entidad por la friolera de mil 338 millones de pesos, del cual ni la Secretaría de Finanzas y Planeación ni el Congreso del Estado dieron aviso a los ciudadanos veracruzanos.
Pero la que sí lo registró y lo acaba de hacer público fue la Secretaría de Hacienda y Crédito Público federal, en el apartado denominado “Deuda Pública de Estados y Municipios” de su portal Web.
En el Registro de Obligaciones y Empréstitos de Entidades y Municipios, actualizado este 2 de julio, la SHCP reporta que el 17 de febrero de 2015 el Gobierno del Estado de Veracruz contrató el crédito simple 2340 por la cantidad de mil 338 millones de pesos con banco Multiva, mismo que fue inscrito ante la dependencia federal el 19 de marzo de 2015.
El plazo acordado para el pago de este nuevo crédito es de 19 meses, y la fuente o garantía de pago son, como siempre, las participaciones federales. El destino del dinero es, oficialmente, “inversión pública productiva”, la cual no se detalla en absoluto.
¿Es lícito que el Gobierno del Estado haya contratado una nueva deuda sin siquiera dar aviso a los contribuyentes del estado, que somos los que tendremos que pagarla? ¿El Congreso del Estado fue omiso? Sería deseable que hubiera una explicación.
Porque eso de que el dinero se destinará a “inversión pública productiva” es un cuento que ya nos sabemos en Veracruz. Toda la deuda que ha contratado este gobierno, y que según las cifras oficiales supera los 50 mil millones de pesos –aunque si se le suma la calamitosa bursatilización del sexenio pasado alcanza más de cien mil millones- ha sido, supuestamente, para obra e inversión. Y es sabido que el gobierno de Javier Duarte no ha hecho una sola obra pública de mínima trascendencia y en lo único que han “invertido” es en las súbitas e inexplicables fortunas de varios funcionarios y ex funcionarios de esta administración.
En este contexto, llaman mucho la atención las declaraciones que hace unos días dio el ex secretario de Finanzas y Planeación, actual titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas y “aspirante” a la gubernatura, Tomás Ruiz González, quien en entrevista con el periodista Edgar Hernández manifestó no ver “ningún elemento” para someter a juicio al gobernador Javier Duarte, si llegara a ser su sucesor.
Y cómo podría hacerlo, si él mismo está involucrado en los malos manejos de las finanzas públicas del estado que tienen hundido a Veracruz en una crisis de insolvencia financiera que, por ejemplo, hizo que por enésima ocasión esta quincena no pagaran a tiempo sus pensiones a los jubilados del estado, lo que es no sólo irresponsable, sino verdaderamente inhumano.
No por nada a la pregunta de por qué dejó intempestivamente la Secretaría de Finanzas en 2013, Tomás Ruiz se limitó a responder, en la citada entrevista: “sin comentarios”.
Lo hemos dicho antes. La corrupción es una cobija que los cubre por igual. Y si se descobija uno, se destapa a todos. Pero quien lo paga, somos los veracruzanos.
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