Desde hace casi dos semanas, las hordas del llamado Movimiento Nacional de los 400 Pueblos mantienen secuestrada a la capital del estado de Veracruz, realizando protestas nudistas en pleno centro de la ciudad, enfrente de escuelas primarias y jardines de niños, ante una indignante complacencia de las autoridades estatales y municipales.

Sus “demandas” son futilidades, meros pretextos que intentan ocultar el verdadero propósito: negociar canonjías y privilegios para su anciano dirigente, César del Ángel Fuentes, quien “coincidentemente”, siempre se aparece previo al inicio de un proceso electoral para hacer sus denigrantes espectáculos. La utilización de la imagen de uno de los posibles aspirantes a la gubernatura como “taparrabo”, no deja lugar a dudas sobre la intencionalidad y el mensaje. No hay reivindicación social alguna de por medio. Todo el trasfondo es político.

El “show” de los 400 Pueblos ahora incluyó desnudos integrales de mujeres, de pies a cabeza, desde niñas menores de edad a ancianas. Una “oda” a la explotación femenina, entre otros delitos.
Y mientras sus huestes se denigran a sí mismas por unos mendrugos, el vetusto dirigente de los 400 Pueblos se da la gran vida, a los ojos de todos, en restaurantes de lujo, como en el que este martes 7 de julio fue captado comiendo, lejos de los rayos del sol y de la lluvia que sus “campesinos” soportan para que su jefe viva como rey.

Mientras sus seguidores seguían exponiendo sus miserias y atacando a los xalapeños que azorados se detenían en la vía pública a observarlos, César del Ángel –tal como lo dio a conocer el portal informativo Versiones- comía en el restaurante La Cava Catalana de la exclusiva plaza Monte Magno, en la zona residencial de Xalapa, especializado en comida española y vinos de importación, donde una comida regular no sale en menos de 800 pesos por persona.

La afición de César del Ángel por la buena vida no es algo nuevo. Siempre ha sido así. Él duerme en hoteles mientras sus “encuerados” pernoctan en casas de campaña en los camellones de las avenidas, mismos que dejan llenos de basura y heces fecales una vez que se deciden irse.

Lo que es inaudito y aberrante es que las autoridades digan que no pueden hacer nada para impedir que se cometan actos claramente constitutivos de delitos en la vía pública y que salgan con que van a “revisar” si los 400 Pueblos infringen alguna norma con sus exhibiciones.

Por si en el Ayuntamiento de Xalapa no lo conocen, el Bando de Policía y Buen Gobierno vigente establece, en su artículo 49, que son infracciones al orden público:

I.- Alterar la tranquilidad y el orden en cualquier lugar y circunstancia dentro del territorio del municipio;
V.- No observar en sus actos el debido respeto a la dignidad humana, a la moral y a las buenas costumbres;
XI.- Inducir o tolerar a menores o a discapacitados mentales a realizar actividades sexuales o al ejercicio de la prostitución;
XIV.- Realizar actos de exhibicionismo obsceno en la vía o lugares públicos, áreas verdes, terrenos baldíos, centros de espectáculo y sitios análogos.

Pero como César del Ángel sabe que no procederán en su contra, pues es “aliado” del gobierno de Javier Duarte de Ochoa, en un desplante megalómano y que raya en la locura, fustigó a los xalapeños por las críticas a sus “protestas” y dijo que no hay derecho a juzgarlos, pues así como ellos, “Cristo está desnudo en la cruz”.
Así se las gasta el lenón “bon vivant”, cuyo heredero dice que quiere ser gobernador.

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