​Atrapado con “las manos en la masa”, incapaz de ofrecer una explicación mínimamente convincente al reportaje de Animal Político que revela la contratación de empresas fantasma para asignarles recursos millonarios, el gobierno de Javier Duarte de Ochoa recurrió a lo único que sabe saber: descalificar la información y a los informantes, de la manera más sucia.

Para ello, recurrió a uno de los firmantes del reportaje, Víctor Hugo Arteaga, quien se prestó, por razones que sólo él y el gobierno conocen, a hacerla de “abogado del diablo” de una administración cuya fama de corrupta y corruptora trasciende fronteras. 

A petición del gobierno veracruzano, a Arteaga le fueron abiertos espacios en la radio de la Ciudad de México para buscar desacreditar una investigación que, si bien él inició, no la concluyó, por lo que sus afirmaciones acerca de que carece de sustento legal el reportaje titulado “Desaparece el gobierno de Veracruz 645 millones de pesos; entrega el dinero a empresas fantasma”, son inexactas, frívolas e interesadas.

La estrategia del gobierno duartista ante su falta de argumentos se vislumbró desde el miércoles, en el noticiero radiofónico de Ciro Gómez Leyva, donde el secretario de Finanzas Antonio Gómez Pelegrín y contralor Ricardo García Guzmán insistieron en que se buscara a Arteaga. El propio contralor afirmó que él mismo había hablado con el reportero la noche anterior.

Y de la nada, Víctor Hugo Arteaga apareció en la radio para pedir que, por “ética”, su nombre fuera retirado de la pieza periodística, para cuestionar la temporalidad del reportaje -“¿por qué lo publicas a 20 días (sic) de las elecciones si lo tenías desde 2014?”-, así como su sustento informativo, descalificándose, de paso, a sí mismo.

En una carta a los lectores, el director de Animal Político, el periodista Daniel Moreno Chávez, precisó que el nombre de Arteaga se incluyó en los créditos del reportaje porque “dio los primeros pasos en esta investigación, que profundizó y culminó Arturo Ángel. Incluir su firma fue un reconocimiento expreso a su colaboración”.

Y añadió: “más allá de las firmas, sostenemos cada línea, cada dato del reportaje publicado. Ni uno solo ha sido desmentido”.

Ésa es precisamente la clave. La red de empresas fantasma con las que el gobierno duartista desvió recursos públicos no ha sido desmentida con ningún dato duro o prueba legal. Y es así porque la información es cierta y cuenta el debido sustento documental, que está a disposición del público.

Generoso, en sus redes sociales Daniel Moreno evitó hacer juicios sobre la conducta de Víctor Hugo Arteaga, mostrando incluso preocupación por su seguridad, en caso de que hubiera recibido alguna amenaza.

Lo cierto es que este personaje ha estado ligado al régimen duartista. Fue enlace de prensa de la Secretaría de Gobierno cuando la encabezaba Gerardo Buganza Salmerón, al inicio del sexenio, lo cual explicaría cuán fácil fue para el gobierno localizarlo para que saliera a dar “su versión”, que de inmediato fue promovida en los medios locales y en las redes sociales por el coordinador de Comunicación Social estatal, Alberto Silva Ramos, implicado directamente en el desvío de recursos evidenciado en el reportaje.

Por lo demás, los 645 millones siguen en el “limbo” de alguna cuenta de cheques o de alguna onerosa fiesta de graduación. Pero ésa, es otra historia.

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