Cuando a fines del año pasado comenzaron a salir a la luz las evidencias de los descomunales desvíos cometidos por el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, algo que quedó muy claro es que fueron sus propios “amigos” y colaboradores los que se lo entregaron al hoy gobernador Miguel Ángel Yunes Linares.
El propio Yunes Linares lo confirmaría poco después. En algunas entrevistas, relató la forma como operó para encarar y acorralar a personajes como Moisés Mansur Cisneyros y Juan José Janeiro, y hacerlos “cantar” sobre los fastuosos bienes adquiridos de manera fraudulenta por Duarte de Ochoa y su esposa Karime Macías Tubilla. Ése fue el principio del fin para la pareja, ahora ambos, prófugos de la justicia.
De esta manera fue que se logró el aseguramiento del lujosísimo rancho de Valle de Bravo y de “El Faunito” en el municipio de Fortín. Los cómplices de Duarte, que fungieron como sus operadores financieros y prestanombres durante los años de “bonanza”, sin pensarlo dos veces soltaron la “sopa” y lo “empinaron”, sin lo cual muy difícilmente habría sido posible siquiera vincular esas propiedades con el funesto ex mandatario.
En esa misma tesitura debe verse el reciente “descubrimiento” de una bodega en la ciudad de Córdoba en la que se fueron a guardar los enseres personales de los Duarte Macías que estaban en Casa Veracruz, incluidos los enormes retratos al óleo que la pareja se mandó a hacer para disfrute de su ego y mal gusto.
Los “pájaros de cuenta” del duartismo, hampones al fin como todos ellos, están proporcionando información al gobierno estatal yunista con la que continúan hundiendo a sus ex amigos y ex patrones. Pero la pregunta que cabe hacerse aquí es ¿a cambio de qué?
Que se sepa, ni la Fiscalía General del Estado ni la Procuraduría General de la República han abierto un proceso ni presentado siquiera una denuncia contra Moisés Mansur y Juan José Janeiro, a pesar de que ser ambos confesos prestanombres de Duarte de Ochoa.
De igual manera, en el caso más reciente, se ha vinculado tanto a los diputados por Córdoba, el local Juan Manuel del Castillo y el federal Marco Antonio Aguilar Yunes, con la bodega en la que se encontró lo que los Duarte Macías se llevaron de Casa Veracruz –hasta una banca de parque se birlaron.-
También es destacable que a pesar de haber sido señalados reiteradamente como parte de los principales responsables del saqueo a las arcas del estado, ni Juan Manuel del Castillo ni Vicente Benítez, ambos diputados locales, han sido tocados por la administración que prometió hacer justicia en el estado de Veracruz.
¿Está el gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares canjeando información por impunidad? Hasta el momento, hay indicios para afirmarlo. Y sería verdaderamente deplorable que algo así se llegase a confirmar.
Si bien Javier Duarte y Karime Macías –el verdadero cerebro detrás del fraude del duartismo- son los principales responsables del quebranto financiero de la entidad, no son los únicos. Y dejar impune al resto de la pandilla a cambio de una delación no es hacer justicia.
Es pan con lo mismo.
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