​El cinismo con que durante las campañas a la gubernatura de Veracruz se ha estado violentando la equidad, la transparencia y la legalidad de la contienda es verdaderamente de escándalo.

Con absoluta impunidad, desde el gobierno estatal se siguen burlando de la normatividad y se pasan por el “arco del triunfo” vedas electorales y prohibiciones para desviar recursos y programas públicos con fines políticos, ante la aparente certeza de que nadie les va a poner un alto.

La actuación de las autoridades electorales, y en particular la del Tribunal Electoral de Veracruz, ha sido más que deplorable. Para ellos, no se ha cometido una sola infracción durante este proceso, a pesar de que éstas han sido gigantescas, descaradas y públicas. Pero por lo visto, los magistrados o son inconmovibles, o están ciegos u obedecen a consignas inconfesables.

Por ejemplo, hace unos pocos días, desde su cuenta oficial de Twitter, en la que se ostenta con su cargo de Gobernador Constitucional del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave 2016-2018, Miguel Ángel Yunes Linares retuiteó a su hijo, el candidato del PAN-PRD-Movimiento Ciudadano a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Márquez. 

El mensaje replicado por el Gobernador fue una promesa de campaña, en un claro abuso de su investidura, pues no lo hizo desde una cuenta personal del padre de Miguel Ángel Yunes Márquez, sino desde la cuenta del titular del Ejecutivo del Estado de Veracruz, la cual está verificada como auténtica. Ante las críticas, borró el retuit. Pero la chapuza estaba hecha.

No piensan detenerse. Mientras se celebraba un debate radiofónico entre los cuatro candidatos a la gubernatura, Yunes Linares inauguró una feria ganadera, acto durante el cual anunció un subsidio para propietarios de hatos ganaderos. Pero según el gobernador, aunque la veda prohíbe a las autoridades publicitar este tipo de acciones, “no viola nada”.

A lo anterior hay que sumar otras varias violaciones en las que los Yunes panistas han incurrido en todo lo que va del año, como la aparición personal de Yunes Márquez en la entrega de una obra pública y hasta en un spot promocional del Gobierno del Estado durante las vacaciones de Semana Santa, ya siendo candidato electo. 

En todos los casos, las quejas –de por sí tibias y enclenques- de los partidos opositores han sido desechadas, y no se han tomado en cuenta las documentales públicas de dichas irregularidades. ¿Cómo no van a hacer lo que les venga gana, si no hay quien siquiera a manera de apercibimiento les marque un alto? 

La elección local está contaminada por estas prácticas y es demasiado evidente la desfachatada intromisión gubernamental en las campañas, lo que pone en serio riesgo la certeza acerca de lo que vaya a suceder durante la jornada comicial del próximo 1 de julio. 

La legalidad electoral en Veracruz es víctima de una violación tumultuaria consentida por autoridades que se colocaron una venda negra en los ojos. Amén de lo que se les haya quedado en las bolsas.

El debate de la U

Interesante resultó el debate de los cuatro candidatos a la gubernatura organizado por la radiodifusora del puerto de Veracruz XEU, en la que los electores pudieron darse una primera idea de la profundidad de las ideas y propuestas de cada uno.

Así, José Francisco Yunes Zorrilla mostró las tablas y el conocimiento de los problemas del estado que dan dos décadas en la política; Miguel Ángel Yunes Márquez se centró en el manido discurso de la persecución a Javier Duarte, mientras mostraba su verdadero talante al referirse al auditorio conocido como “Foro Boca” y a la Orquesta Filarmónica de Boca del Río como de su propiedad, como si los hubiera hecho con su propio dinero y no con recursos públicos; mientras que Cuitláhuac García se trenzó con Yunes Márquez, al tiempo que se mostró titubeante y sin conocimiento de la realidad de la entidad.

¿Y Miriam González Sheridan? La candidata de Vicente Benítez fue a leer hasta las críticas que lanzó. De pena ajena.

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