Prácticamente no hay día que el presidente Andrés Manuel López Obrador no cargue en sus conferencias matutinas en contra de los medios de comunicación y los periodistas que no son afines y sí muy críticos –con más o menos argumentos, eso es lo de menos- de su gobierno.
Convertidas en patíbulos para perpetrar linchamientos sin lugar a defensa ni contraste posible, en las “mañaneras” un día sí y otro también el presidente se regodea aplicando toda suerte de epítetos, adjetivos, insultos y ahora hasta augurios de desaparición a los medios que osan “criticar” hasta el mínimo detalle de su –valga decir- lamentable gestión en materia de seguridad, salud, desarrollo tecnológico y educativo, así como de política energética y medioambiental.
Ni siquiera medios y periodistas que le son afines pero han señalado tímidamente alguna mala decisión del régimen de la mal llamada “cuarta transformación”, se han salvado de ser “azotados” por el lenguaraz látigo verbal presidencial. El presidente y su gobierno no se equivocan nunca. Y quien lo afirme –aún si cuenta con todas las pruebas- es considerado en automático “traidor”, “golpista” y hasta “sicario”, y destrozado en las redes por las huestes de bots y trolls lopezobradoristas, cada vez más agresivas y violentas en su lenguaje y sus mensajes.
Uno de los “argumentos” favoritos del presidente y sus textoservidores para descalificar a los críticos es la afirmación de que “se acabó el chayote”, en referencia al gasto en publicidad en medios y en prebendas para periodistas que caracterizó a gobiernos pasados. Según ellos, por eso se critica al gobierno lopezobradorista, porque “ya no” se le da dinero a los medios de comunicación.
Lo que sucede en realidad es que ya no se le da dinero público… pero a algunos medios. Aun cuando es real que el gasto total en ese rubro disminuyó, no solo no desaparecieron las prácticas de entregarlo de manera discrecional y opaca, sino que se beneficia a muchos de los mismos que en ese pasado tan vilipendiado también les llenaron los bolsillos y las cuentas bancarias a manos llenas. O a otros más con los que existen alianzas políticas, compadrazgos y hasta complicidades.
De acuerdo con los datos obtenidos por Artículo 19 y Fundar a través del Sistema de Comunicación Social (COMSOC) perteneciente a la Secretaría de la Función Pública, en el segundo año de gobierno de López Obrador se ejercieron dos mil 248 millones de pesos en materia de publicidad oficial en medios de comunicación. Una cantidad bastante considerable para un gobierno que pregona la “austeridad” como eje rector de política pública.
Junto con el monto del gasto, es importante señalar su destino y la manera en que es asignado. Y resulta que más de la mitad de ese dinero se concentra en solo diez medios de comunicación de los 457 que recibieron recursos por publicidad oficial durante 2020.
De los diez medios que concentran más del 52 por ciento de los recursos de comunicación social del gobierno de López Obrador, ocupan los primeros lugares Televisa y TV Azteca –el “duopolio” de los medios electrónicos odiado por años por la base lopezobradorista- y La Jornada, el periódico que cumple en la actualidad la función de “vocería oficial” del régimen, como en su momento la desempeñó el diario El Nacional. La diferencia es que este último era propiedad del gobierno, mientras que aquél es dirigido por una comadre del presidente en funciones.
Televisa –cuyo denostado Teletón ahora ya hasta cuenta con la “bendición” de López Obrador- recibió la friolera de 222 millones 186 mil 35 pesos el año pasado, mientras que para Estudios Azteca (TV Azteca) se asignaron 213 millones 208 mil 606 pesos –aunque el gran negocio de ese grupo, comandado por Ricardo Salinas Pliego, es la emisión de las “tarjetas del Bienestar” y el manejo de los recursos de los programas sociales a través del sistema de Banco Azteca-. El periódico La Jornada, a su vez, fue favorecido con 208 millones 402 mil 543 pesos. No por nada la abyección y total servilismo reflejados en su actual línea editorial.
Le siguen el conglomerado de periódicos Medios Masivos Mexicanos SA de CV con 145 millones 306 mil 608 pesos; Grupo Fórmula, con 93 millones 692 mil 794 pesos; Telefórmula con más de 80 millones; y lejos, Milenio Diario con 48 millones 892 mil 773 pesos.
En el informe presentado por Artículo 19 y Fundar –el cual realizan año con año, desde mucho antes que arribara el actual gobierno- se destaca que persiste la “ausencia de reglas claras de asignación y distribución de la pauta oficial. Esto se mantiene como una mala práctica, ya que permite la concentración del gasto en un pequeño grupo de medios de comunicación o que la mayoría del gasto sea ejercido por unas cuantas instituciones”.
El mismo reporte hace hincapié –como se mencionó al principio- que el gasto en publicidad oficial del actual gobierno es mucho menor que el de sus predecesores. Comparado con el de la administración de Enrique Peña Nieto, representa una quinta parte.
O dicho de otra manera: con la “4t”, el “chayote” es lo mismo, pero más barato.
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