Durante la multimillonaria –y fracasada- campaña de promoción de la consulta de revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, en el estado de Veracruz cobró relevancia un logotipo que acompañó prácticamente toda la propaganda colocada de norte a sur de la entidad: el de la agrupación “Unidos Todos”.
En su fanpage en Facebook, “Unidos Todos” se define como una agrupación política y se describe como “somos un grupo de amigos convencidos de que la Cuarta Transformación de México es el camino correc (sic)”. Su contenido es exclusivamente propaganda del gobierno de Veracruz, del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, del presidente Andrés Manuel López Obrador y, en especial, de un funcionario de la administración estatal: el subsecretario de Administración y Finanzas Eleazar Guerrero Pérez.
Al principio del sexenio, se desveló a través de los medios de comunicación el claro caso de nepotismo en que se incurre con el nombramiento de Guerrero Pérez, pues es primo hermano del gobernador Cuitláhuac García –los padres de ambos son medios hermanos-, a pesar de lo cual y mostrando desde entonces lo que sería la constante de la conducta de todos los gobiernos de la autoproclamada “cuarta transformación”, hicieron como que no pasaba nada y violaron –siguen haciéndolo- la ley, al incurrir en tráfico de influencias y conflicto de intereses. Aunque estos terminarían siendo los menores de sus ilícitos.
Eleazar Guerrero –quien como buen morenista, antes fue priista e incluso fidelista, en los años en que buscó ser alcalde de Jilotepec, municipio cercano a la capital veracruzana- concentra en sus manos el manejo absoluto del dinero público en el estado de Veracruz. Desde su oficina en la Secretaría de Finanzas y Planeación decide en qué se va a gastar, qué obra o proyecto recibirá financiamiento y, sobre todo, a través de qué vía se desvían los recursos para hacer política en pro de los intereses de la “4t”.
Y esa vía es su organización política –aún sin personalidad legal como tal- “Unidos Todos”, que lo mismo mueve burócratas para hacer faenas cuando a su primo se le antoja tomarse fotos blandiendo el machete, que promueve la imagen, acciones y propuestas de López Obrador, de Cuitláhuac García y del mismo Eleazar Guerrero, quien sin ser parte de su función como subsecretario de Finanzas, lo mismo se va a “pueblear” por el estado a entregar escrituras a personas en asentamientos de zonas populares, que a encabezar regularizaciones de predios, en una descarada promoción política personal con recursos públicos, lo cual –todavía- está prohibido por la Constitución General de la República.
Como se mencionó al principio, el momento estelar de “Unidos Todos” fue el periodo previo a la consulta de revocación de mandato. Mediante un derroche multimillonario, tapizaron Veracruz de espectaculares, gallardetes, lonas, bardas, banderas y medallones en el transporte público concesionado, promoviendo el ejercicio revocación al revés de lo que establece la Constitución, como una “ratificación”. Siempre con el logo visible, para que no quedara duda de quién estaba detrás.
Porque quienes pagamos ese dispendio fuimos los veracruzanos, a través de nuestros impuestos, desviados desde la Subsecretaría de Administración y Finanzas y desde la Dirección General de Administración del Tribunal Superior de Justicia del Estado, donde Eleazar Guerrero colocó a Joana Marlen Bautista, cercanísima colaboradora suya y corresponsable del desfalco que dejó sin presupuesto al Poder Judicial estatal el año pasado, que ahora ya no hay duda de a dónde fue a dar.
La fuerza operativa de “Unidos Todos” se finca en la burocracia estatal, que sí o sí promueve a la asociación. Eso se puede constatar en su fanpage, llena de comentarios positivos de empleados de gobierno en toda la propaganda que publican.
También quedó de manifiesto durante la concentración y acarreo masivo del pasado 3 de abril en el centro de Xalapa para llamar a votar en la revocación, a donde los trabajadores gubernamentales fueron coaccionados para asistir, portando sendas playeras, gorras, banderines y banderas con el logo de “Unidos Todos”. E incluso durante el desfile del pasado 1 de mayo, en el que participó un contingente de la agrupación que al término de la parada, se congregó a compartir “el pan y la sal” con Eleazar Guerrero en un inmueble de la calle Santos Degollado en Xalapa, como lo consignó un medio local al servicio del régimen.
“Unidos Todos” tiene “tentáculos” por todo el estado –con dinero público, todo es posible-, por lo que es obvio su siguiente objetivo: fondear las campañas a la gubernatura y al Senado del grupo político que la maneja y de sus candidatos, que son la secretaria de Energía Rocío Nahle y el propio Eleazar Guerrero, respectivamente, quien sin someterse al desgaste de otros aspirantes, busca lograr lo que no pudo cuando Fidel Herrera lo hizo candidato del PRI: ganar una elección.
El “orgullo” del nepotismo de Cuitláhuac García resultó una verdadera “máquina” para desviar recursos públicos en Veracruz.
Represalia
Dos días después de que publicara en sus redes una dura crítica a la ausencia de compromiso del gobierno de Cuitláhuac García con las familias de desaparecidos y con los derechos humanos en general –que en este espacio fue consignada-, la ex directora de Cultura de Paz Mayra Ledesma-Arronte fue hostigada por el secretario de Gobierno Eric Patrocinio Cisneros Burgos –que de improvisado “bautista” se transfiguró en “fariseo” en un santiamén-, quien se sacó de la manga una investigación en su contra.
Además de constituir un acto de violencia política en razón de género, las amenazas y abusos de poder del funcionario son una muestra de la verdadera cara autoritaria y represiva del régimen. Solidaridad con la académica de la Universidad Veracruzana.
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