Entre lo peor que ha representado para el país el régimen de la mal llamada “cuarta transformación” se encuentra, sin asomo de duda, su andanada contra los centros de educación superior, científica y tecnológica.
El caso más patético es el del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), que ha sido desbaratado por el “Conacyt de la 4t” –como lo bautizó el investigador de la UNAM Guillermo Sheridan- que encabeza María Elena Álvarez-Buylla, académica cuyos prejuicios ideológicos y conveniencias políticas han puesto en jaque a la investigación científica en México, colocando en el Sistema Nacional de Investigadores y en puestos directivos de institutos educativos a autoritarios “legionarios” del lopezobradorismo.
Entre éstos se cuentan desde el fiscal general de la República Alejandro Gertz Manero –meteórico SNI III por “dedazo”-, el espurio titular del CIDE José Antonio Romero Tellaeche –quien emprendió una “purga” de lo que según él son académicos “neoliberales” en la institución- y hasta el recientemente nombrado director del Instituto de Ecología (Inecol), Armando Contreras Hernández. Los tres, además de su afinidad morenista, tienen en común señalamientos como plagiarios de artículos e investigaciones de otros académicos. Al parecer es parte del nuevo “perfil” que hay que cubrir en el Conacyt.
Si eso sucede en instituciones y círculos académicos del más alto nivel, no se puede esperar mucho de lo que pasa en estados como el de Veracruz, donde se cumple a cabalidad aquello de los altos porcentajes de lealtad y nada de capacidad para ocupar cargos públicos.
Lo anterior viene a cuento porque, así como en otras instituciones públicas, en Veracruz se convirtió a un centro de educación superior que manejaba un buen nivel académico, en una caverna de adoctrinamiento de la “4t”, donde la libertad de cátedra y de pensamiento son hostigadas por un personaje de dudosa preparación y solvencia académica, cuyo único mérito es formar parte del círculo cercano del gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Esa institución en decadencia es El Colegio de Veracruz (Colver), donde fue colocado como rector –luego de despojar de su autonomía al instituto- Mario Raúl Mijares Sánchez, un académico de medio pelo cuya afinidad lopezobradorista lo llevó a atentar contra un mural de la institución por incluir personajes y políticos “neoliberales”, y que entre otras cosas promueve que se meta con calzador en los planes de estudio del organismo el bodrio llamado “nueva escuela mexicana” con el que se mantiene entretenido el padre del gobernador, el ex presidente del Congreso de Veracruz de la primera mitad del sexenio de Fidel Herrera, Atanasio García Durán.
La última “hazaña” de Mijares Sánchez fue sobajar públicamente ¡a tres profesores de su propio claustro académico!, basado en sus prejuicios ideológicos. En un texto publicado en su fanpage de Facebook, se refirió a los académicos que participaron en el conversatorio “Razón y sinrazón en los discursos políticos de hoy” como “filósofos, patriarcas de la falsa consciencia” y desacreditó, a partir de sus taras políticas, lo que expusieron la semana pasada en el auditorio principal del Colver.
En el colmo de la ignorancia, Mijares Sánchez dijo que “la ciencia política, a diferencia de la filosofía, nombra las cosas como es necesario y de acuerdo con realidad (sic), apartándose de todo subjetivismo posible gracias a que se ampara en la teoría política, y no en el reduccionismo simplista (recontra sic)”.
Los académicos injuriados por su “rector” fueron los filósofos Víctor Borges Caamal, Julio Quesada y Adolfo García de la Sienra, los tres de reconocida trayectoria y credenciales intelectuales, muy por encima de quien maneja al Colver como centro de “reeducación” neoestalinista.
Este martes, García de la Sienra presentó su renuncia como catedrático de El Colver aduciendo que “no estoy dispuesto a participar en una institución académica en la que es imposible expresar puntos de vista cualesquiera, aún si fueren ‘subjetivos’, sin sanciones de la autoridad”.
En su carta de renuncia sentenció que es “sumamente grave que un funcionario público se atribuya la facultad de determinar cuál es la consciencia falsa y cuál la verdadera, pues ese tipo de juicios son francamente inquisitoriales”, por lo cual “le estoy presentando mi renuncia, efectiva a partir del 1 de julio de 2022, a las horas de clase que he venido impartiendo en el Colegio de Veracruz durante ya varios años”.
Mijares Sánchez –quien forma parte del círculo personal de Cuitláhuac García y Esteban Ramírez Zepeta, entre otros- ha sido señalado por acoso sexual en otras instituciones educativas en las que ha trabajado con anterioridad –incluido ¡el Colver!- y gusta de tomarse fotografías en poses sugerentes, a torso desnudo y ataviado como “stripper”.
Al parecer, parte del nuevo “perfil” que hay que cubrir para ser directivo en el sistema educativo de Veracruz.
La barbarie y la burla
El mismo día que dos ancianos sacerdotes jesuitas fueron asesinados cobardemente por criminales en la región tarahumara de Chihuahua, concitando una condena mundial contra la violencia sin control en México, al presidente López Obrador se le ocurre nombrar al frente del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública a Clara Luz Flores, ex candidata perdedora de Morena a la gubernatura de Nuevo León, la cual perdió al comprobarse sus cercanos nexos con el líder de la secta sexual NXIVM Keith Raniere, que esclavizaba y explotaba mujeres a las que además marcaba como ganado.
Gravísimo por donde se le vea. Parece burla. Lo es.
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