Menuda bronca en la que se metió el gobierno de Veracruz al pretender “jugar a las escondidas” con el dinero del magisterio estatal.
El gobierno federal anunció en mayo pasado un incremento gradual del 1, 2, y 3 por ciento a todos los maestros del país con salarios menores a 20 mil pesos mensuales, tanto federales como estatales, con pago retroactivo al mes de enero.
En el estado de Veracruz hay, de acuerdo con cifras oficiales, 93 mil docentes del sistema federal, mientras que en el sistema estatal son más de 65 mil los trabajadores de la educación con los que se hizo el compromiso de pagarles ese incremento salarial.
A los maestros federales, vía las secretarías de Hacienda y de Educación Pública, ya se les depositaron los recursos prometidos, con un inocultable objetivo político-electoral, valga apuntar. Pero a los estatales no. Están “bailando” 700 millones de pesos, lo que se convirtió ya en una crisis para el gobierno de Cuitláhuac García por su mala administración de los recursos. Esto, en el mejor de los casos, porque la otra es que simple y llanamente se hayan gastado el dinero en otra cosa.
Los maestros comenzaron a tomar escuelas desde la semana pasada en varias regiones de la entidad en protesta por la falta de respuesta del gobierno de Veracruz, que se vio atrapado en su propia verborrea y contradicciones, culpando a los gobiernos del pasado de algo que es absolutamente su responsabilidad, pues desde mayo sabían que debían aportar su parte para el pago a los maestros del estado.
El domingo pasado, Cuitláhuac García publicó en sus redes que ya contaban con una “garantía” de que el gobierno federal “apoyará” en las dos próximas semanas “con una parte importante del total del déficit heredado de cada fin de año”, con lo cual podrían pagar el incremento de los profesores. Pero eso sí, hasta la segunda quincena de diciembre.
¿De qué se trata o a cuánto asciende el “apoyo” que le dará el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al de Cuitláhuac? No han dado ni un solo detalle al respecto. De hecho, el secretario de Finanzas y Planeación, José Luis Lima Franco, viajó este lunes a la Ciudad de México a sostener reuniones en la Secretaría de Hacienda, y por la noche anunció en Twitter que se había obtenido la “certeza” del dichoso apoyo federal, que a lo que suena es a un rescate financiero para salvar al gobierno de Cuitláhuac García de una crisis política por lo que puede considerarse un mal manejo de un dinero que destinaron quién sabe a qué fin.
Un rescate que, además, taparía una posible malversación del recurso. Y es que de acuerdo con la diputada federal de Morena por el distrito de Córdoba, Martha Rosa Morales, el gobierno federal ya le depositó al estatal los recursos del pago retroactivo del salario de los maestros, por lo que ese dinero ya debería haberse dispersado.
Pero no solo no lo han pagado, sino todo indica que ya no lo tienen y por eso le fueron a pedir ayuda a Hacienda, que por el manejo críptico que hacen de la información lo más seguro es que solo cubra una parte del boquete abierto por la “honesta” administración de García Jiménez. Algo que la Federación jamás haría por un gobierno estatal de oposición, por cierto.
¿Y lo que Hacienda no cubra con su “apoyo”, de dónde va a salir? La respuesta la dio desde el domingo la Sección 56 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que en un comunicado a sus agremiados dio a conocer que para poder pagar la nivelación salarial a los más de 65 mil maestros y trabajadores de la educación estatales, el gobierno estatal pedirá un “préstamo para el estado de Veracruz que permita solventar el compromiso antes de que finalice el año”.
En resumen. Le metieron mano al dinero de los maestros, les explotó la bomba, los tienen que rescatar con más dinero público y encima van a pedir prestado. ¡Qué duartista salió Cuitláhuac!
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