Antes de seguir adelante hay algunos datos que pueden ayudarnos a dimensionar la importancia del movimiento que defiende los derechos de las mujeres, como que hasta hace apenas 100 años se aprobó el voto de la mujer en Reino Unido (primer país en hacerlo), en México fue hace 65 años y en 2013 se aprobó la reforma a la ley electoral que se garantiza la paridad de género en candidaturas, si bien vamos avanzando en materia de igualdad basta con recordar que en nuestro país nunca ha habido una mujer presidenta ni en el Estado de Veracruz una gobernadora, entre las leyes y la realidad hay un trecho bastante amplio.
Aunque las conquistas del feminismo son notorias (acceso a los diversos niveles de estudio, reconocimiento del feminicidio como figura legal con penas más severas, derecho a decidir sobre anticoncepción, entrada al mercado laboral, entre otras) estamos lejos de alcanzar los objetivos trazados, en el caso de las mujeres con un trabajo remunerado, a pesar de haber cada vez más posibilidades de alcanzar puestos directivos los salarios son en promedio un 30% menores en comparación de nuestros compañeros que desempeñan exactamente las mismas funciones, vamos ganando pequeñas batallas en comparación de la guerra de romper con el sistema machista.
Habiendo contextualizado brevemente la situación actual de los alcances de la lucha por obtener igualdad de derechos entre ambos géneros solo queda recordar cual el trasfondo del día de la mujer, en 1911 un grupo de obreras trabajadoras de una fábrica textil protestaron por las malas condiciones laborales en las que se encontraban, extensas jornadas de trabajo con salarios miserables y encerradas bajo llave, el 25 de marzo de ese año se produjo un incendio dejando a 146 mujeres sin vida, esto pudo evitarse de haber tenido las condiciones básicas de un trabajo digno.
En realidad no celebramos el hecho de que nos vistieran con ropita rosa desde que en la sala de partos anunciaron que nació una niña, ni el hecho de haber recibido una muñeca en nuestro primer cumpleaños en vez de un carrito, no festejamos ninguna de las razones por las que se nos ha distinguido como mujeres sino que conmemoramos la fortaleza de todas las compañeras que nos preceden y que ofrendaron su vida para que hoy estemos un poco más cerca de tener las posibilidades de lograr ser lo que queramos sin que la sociedad ni los estereotipos nos limiten.
Así que este 8 de marzo (y todo el resto del año) te invito a que te unas a nuestros esfuerzos para construir una sociedad más igualitaria, te aseguro que será mejor regalo que una tarjeta con un ramo de rosas. Por último y como desahogo, por favor no vayas a comentar algo tipo “pero ¿por qué no existe el día del hombre? Nadie nos toma en cuenta” porque si existe, es el 19 de noviembre y tampoco se festeja, pero de eso hablaremos en otra ocasión.