Desde hace 22 años no se sabía nada de María Cristina, ella desapareció de un día para otro sin dejar ningún rastro, sus hijos que entonces tenían 14 y 15 años se organizaron con los vecinos del barrio de San Juan en Xochimilco para salir a buscarla, las cosas empeoraron porque quién entonces era su padrastro abandonó la casa dejándolos a su suerte, después de un mes de búsqueda decidieron parar con las investigaciones, a pesar de que ellos dijeron que no entendían como su madre pudo haberse ido siendo que siempre fue muy responsable con ellos, la conclusión fue simplemente que huyó.
Apenas la semana pasada uno de los hermanos decidió hacer remodelaciones en la casa donde crecieron, al tumbar una de las paredes encontraron la osamenta de una mujer con la ropa de su madre atada de pies y manos, después de años pensando en que quizás había hecho una vida nueva se dieron cuenta que fue asesinada, todo apunta a que quién perpetuó este crimen fue su padrastro, hasta ahora no se sabe su paradero.
Tan solo entre agosto y octubre del 2017 se registraron 1,411 personas como desaparecidas en México, el caso de María Cristina es impactante pero bien podría ser el de cualquiera de los miles de los que desconocemos que sucedió con ellos, el rapto de niños para tráfico de órganos, la trata de mujeres, el trabajo forzado en otros países o el uso de migrantes por el crimen organizado para fines delictivos son solo algunas de las posibilidades que tenemos que afrontar cuando hablamos de desaparición forzada, sin embargo es especialmente dramático cuando es perpetuada por la propia pareja de la víctima.
A nivel nacional existen protocolos para la búsqueda de mujeres en cuanto nos damos cuenta de su ausencia, uno de ellos es la alerta ALBA, en él se coordinan los gobiernos estatales, municipales y federales tanto con medios de comunicación como con la sociedad civil para la localización inmediata de quién se reporte como desaparecida; parte de las acciones para dar respuesta a la primera alerta de violencia de género contra las mujeres en el estado de Veracruz es capacitar a todo el personal que atiende de primer contacto a quienes denuncian un delito, esto incluye la desaparición de un familiar y la sensibilización en género para su atención.
Vivimos un momento muy difícil en el estado, no hay una cifra exacta de cuántos cuerpos han encontrado en las diversas fosas clandestinas regadas por todo Veracruz, mientras no tengamos certeza de dónde están nuestros desaparecidos y no encontremos justicia, siempre tendremos una deuda pendiente con las familias rotas y con los niños y niñas huérfanos, que son las víctimas invisibles de estos crímenes, aún nos queda mucho trabajo por hacer.