En Veracruz hemos pasado por seis procesos electorales
desde la elección donde Enrique Peña Nieto fue nombrado presidente de la
República, las dos últimas donde votamos por nuestro actual gobernador, el
licenciado Miguel Ángel Yunes Linares y por nuestros los 212 presidentes y
presidentas municipales fueron particularmente difíciles, después de más de 80
años de gobiernos priistas logramos la alternancia en el estado, quedando
representados por distintos partidos políticos a lo largo de la entidad,
quienes han vivido una campaña de cerca saben lo desgastante que puede llegar a
ser, si bien es un ejercicio democrático que tendría que fortalecernos la
realidad es que al ser de manera tan constante llega tanto a dividir comunidades como a crear
conflictos al interno de las familias, seguimos esperando los resultados
oficiales en varios lugares pero en general podríamos dar por terminada la
jornada electoral.
El gran ganador a nivel nacional fue Morena, que logró
llevar al triunfo a la mayoría de las personas que se postularon por su
partido, podría plantear un sinfín de escenarios a partir de estos resultados,
existe incertidumbre acerca del rumbo que tomará la economía por la amenaza de
fuga de capitales e inversiones en el país, también por la falta de experiencia
de quienes han ganado un puesto de elección popular por parte de este partido pero
hoy más que nunca mi intención es basarme en la situación social actual y no en
panoramas hipotéticos.
Durante las campañas no hubo propuestas donde
escucháramos que habrá acciones contundentes para atender las dos alertas de
violencia de género con las que cuenta el estado, no hay tampoco un panorama
claro acerca del avance en el esclarecimiento de los crímenes relacionados con
la desaparición forzada y algunos de los planteamientos para atender la crisis
económica parecieran poco viables, no podemos desatender estas cuestiones, al
contrario, con la gran votación, la cual le da legitimidad a los nuevos
gobiernos, tendríamos que mostrarnos exigentes y propositivos para atender
dichos problemas, nuestra voluntad ya se vio reflejada en las urnas, pero hace
falta todavía más que eso para alcanzar una mejor calidad de vida.
Al fin, después de tantas elecciones tendremos un
periodo de tres años donde tendremos tiempo para dedicarnos principalmente a
unir esfuerzos por la construcción de una sociedad mejor, quienes militan en
algún partido pueden también tomar este periodo para reflexionar sobre los
errores cometidos y replantearse como responder de un modo más eficiente a las
demandas de la población, así como reestructurarse para su mejor
funcionamiento, para el ciudadano común la participación activa en los procesos
de mejoramiento comunitario y el seguimiento de los avances en materia de
acciones y programas gubernamentales es vital para logar que se logre el cambio
que tanto se esperaba, ahora más que nunca necesitamos unidad, la contienda ya
pasó, es momento de trabar juntos.