​En México la tasa de embarazo infantil y adolescente va en aumento, pareciera que los programas para la prevención del embarazo no están dando los resultados esperados, tan solo en 2016 se registraron 11 808 partos donde la madre tenía entre 10 y 14 años, si bien esta cifra en si misma es impactante lo es aún más saber que el 70% de las niñas que parieron reportaron que el padre tenía entre 18 y 78 años de edad, esto quiere decir que tenemos una gran población de hombres mayores a los que no les causa problema mantener relaciones sexuales con una menor de edad.

En nuestro país el código penal marca distintas edades para el consentimiento sexual, sin embargo, en general castiga el hecho de que una persona mayor de edad sostenga relaciones sexuales con una persona menor de 16 años sin importar el hecho de que exista consentimiento, de modo que, por poner un ejemplo, si un hombre de 20 años tiene relaciones con una niña de 12, con o sin el uso de violencia física, automáticamente está cometiendo un delito y se persigue de oficio, ya que se considera que una persona de esta edad no tiene la madurez para tener sexo de manera consensuada.

Existen muchos prejuicios alrededor de la problemática del embarazo adolescente, en su mayoría dirigidos a disminuir el valor de las niñas embarazadas, hoy en día podemos encontrarnos con comentarios aceptados socialmente que responsabilizan en su totalidad a las madre, ejemplo de ello es cuando les llamamos “luchonas” de manera despectiva, o simplemente lo queremos solucionar diciendo que mejor habrían de “cerrar las piernas” si no quieren meterse en problemas, poca gente se da cuenta de que en su mayoría son víctimas de abuso sexual, ¿cuántos de los más de 8000 mayores de edad que sostuvieron relaciones con estas niñas están ahora en la cárcel? ¿a cuántos de ellos se les señala como violadores? Las consecuencias son desiguales dependiendo si eres hombre o mujer.

Dos de las causales por las que se puede practicar un aborto legal en México es cuando la mujer es víctima de violación o su vida corre peligro, ambas se cumplen cuando quien está embarazada es una niña de 12 años, si bien la interrupción legal del embarazo no es obligatoria bajo ninguna circunstancia, si es una opción que tiene que darse a conocer a todas las niñas que han sido abusadas sexualmente, y como lo dije previamente, en términos generales ninguna menor de 16 años puede dar su consentimiento de manera legal para mantener relaciones sexuales.

La inclusión de los hombres en las estrategias para la prevención del embarazo es fundamental para atacar el problema, la prevención es el mejor camino a seguir, acceso a una educación sexual integral y métodos anticonceptivos, del mismo modo es indispensable el cabal cumplimiento de las leyes que castigan el abuso sexual; el embarazo adolescente nos afecta como sociedad, la responsabilidad de cambiar esta realidad es de todas las personas, basta de estigmatizar, es momento de afrontarlo.