El “patriarcado” es una forma de organización social donde se le da más valor o autoridad a los hombres por el simple hecho de serlo, de modo que los varones siempre estarán en una posición jerárquica superior a las mujeres, este tipo de estructura se mantiene en la mayor parte del mundo, a veces nos confundimos al pensar que en México las que tienen mayor autoridad en los hogares son las madres, sin embargo esto no es verdad, lo que sucede en estos casos es una distribución inequitativa del trabajo doméstico, así que comúnmente veremos a las jefas de familia encargarse desde las tareas de limpieza hasta las de administración y organización, dejando únicamente el trabajo de proveer a los padres de familia, cabe señalar, no siempre se les delega la carga económica en su totalidad.

Tanto hombres como mujeres estamos viviendo las consecuencias de la desigualdad de género propiciada por el sistema machista y patriarcal en el que estamos inmersos, cuando educamos a los niños para rechazar cualquier actitud asociada a lo femenino, a probar constantemente su masculinidad e imponerse por sobre las niñas estamos fomentando que se conviertan en hombres con una gran tendencia a volverse agresores, feminicidas o violadores, igualmente al descartar las actividades de cuidado como algo que se espera de ellos les hacemos más propensos al abandono tanto de su persona como de sus hijos. 

En días pasados se hizo mediático el caso de un asesino serial en Ecatepec, quien hasta ahora ha confesado su participación en al menos 20 feminicidios, aunque se estima que pude haber llevado a cabo decenas más, el detalle está en que según las estadísticas en nuestro país matan a siete mujeres diariamente, solo en 2016 se registraron 2746 asesinatos de mujeres, de los cuales el 30% sucedió en casa de la víctima y un 40% en vía pública, a todo ello hay que sumarle las denuncias de violación, datos duros del INEGI hablan de un aproximado de 10mil bebés nacidos de madres que tienen entre 10 y 14 años, eso exclusivamente en el 2017, en el 90% de estos casos el agresor sexual es una persona cercana o familiar directo, ¿cuántos monstruos aparte del de Ecatepec hay en México para haber alcanzado estas cifras?

Los violadores en manada, los acosadores callejeros, los feminicidas, los patrones que te despiden cuando saben que estás embarazada, los políticos que buscan sacarle vuelta a la ley de paridad de género, los padres ausentes, todo ellos no son individuos enfermos que por un hecho aislado terminaron de ese modo, ellos son sanos hijos del patriarcado, de la idea, que aún predomina en el inconsciente colectivo y en las normas culturales que nos rigen, de que la vida de un hombre vale más que la de una mujer, que lo femenino es sinónimo de debilidad y subordinación, mientras no dimensionemos las consecuencias de seguir en el mismo esquema mental difícilmente obtendremos resultados distintos.