El 20 de mayo celebramos el día del psicólogo/psicóloga, con pretexto de dicha fecha me di a la tarea de buscar estadísticas sobre la salud mental en México, se estima que en nuestro país solo hay 12 psicólogos por cada 100 mil habitantes, partiendo de esta cifra podemos ver la dificultad para acceder a un tratamiento terapéutico de calidad y el reto al que nos enfrentamos con la creciente aparición de casos de personas con depresión, ansiedad, trastornos emocionales, etc, aun así el papel que juega la terapia psicológica en la calidad de vida no acaba de entenderse del todo.

La salud mental es el “bienestar que una persona experimenta como resultado de su buen funcionamiento en los aspectos cognoscitivos, afectivos y conductuales, y, en última instancia el despliegue óptimo de sus potencialidades individuales para la convivencia, el trabajo y la recreación” (OMS), esta no es independiente del contexto social en el que nos encontramos, a menudo escuchamos que nuestra actitud ante la vida es la que define nuestro estado emocional, la realidad es que factores como la pobreza, violencia y salud física están fuertemente ligados a la presencia de trastornos mentales, cuando el ambiente no provee las condiciones básicas para desarrollarnos, como por ejemplo acceso a una alimentación balanceada y a un hogar sin violencia,  difícilmente podremos cubrir otras necesidades, esto lo explica muy bien Maslow en su teoría de la motivación humana.

El suicidio es la segunda causa de muertes de jóvenes en México, en los últimos 20 años este problema se ha duplicado y sigue en aumento, se estima que se suicidan alrededor de 17 personas diariamente en el país, el grupo más propenso a atentar contra su vida son las personas de entre 20 y 24 años, los hombres logran quitarse la vida más a menudo que las mujeres, a pesar de contar con esta información el presupuesto asignado para salud mental es mínimo y las instituciones públicas se encuentran rebasadas por esta problemática.

Existen muchos prejuicios que nos impiden ver la terapia como una opción viable para mejorar nuestro estado emocional, pensar que los psicólogos son para gente loca, que el “acercarse a Dios” es la solución (ninguna religión tendría que estar peleada con recibir atención en materia de salud por parte de una persona profesionista), o la vergüenza de acercarse a un desconocido para contarle nuestros problemas dificultan el tratamiento y prevención de enfermedades mentales, alrededor de un 15% de la población mundial ha sufrido depresión en algún momento de su vida, en realidad la salud mental es una necesidad humana básica, por ende tendríamos que ser más participativos y exigentes en materia de creación de políticas públicas que garanticen el acceso universal a servicios psicológicos y psiquiátricos.

La salud mental es un derecho y una necesidad básica, felicitaciones a todos mis colegas psicólogos y psicólogas que diariamente ponemos nuestro empeño para lograr una sociedad donde la estabilidad emocional sea el común denominador.​