El internet vino a revolucionar nuestra manera de ver el mundo y también la forma de relacionarnos, las generaciones que vivimos esta transición podemos darnos cuenta de los cambios que ha creado, antes la búsqueda de información era mucho más limitada en cambio ahora podemos acceder a miles de millones de libros, artículos, opiniones, etc. tan solo con teclear una palabra en cualquier buscador, otro de los cambios a raíz del acceso a internet ha sido la facilidad para encontrar material pornográfico, detrás de la industria de la pornografía hay un negocio multimillonario, existe un gran debate en torno al rol que juegan las mujeres al participar de forma “voluntaria” en ella, pero ¿qué sucede con todas las que sin su consentimiento y quizás sin siquiera saberlo entran al mundo del porno?
Después de que el uso celulares inteligentes con acceso a internet se hiciera accesible para el común de las personas nuevas prácticas de tipo sexual comenzaron a normalizarse en la población en general, una de ellas es intercambiar fotos íntimas (en poca ropa o desnudos) entre dos personas, esto también abrió paso a la “porno venganza”, que consiste en compartir estas fotos con más personas con la finalidad de infligir un daño hacia la persona expuesta en ellas, a veces lo que se busca no es realmente vengarse pero al difundirse estas fotos el efecto es el mismo, esto lo puede sufrir cualquiera, sin embargo, es mucho más común que sea usado en contra de mujeres, ya que socialmente es más penado para nosotras el exhibir nuestro cuerpo.
Existen muchos casos documentados de quienes han sufrido este tipo de vivencias, su desesperación ha llegado al grado de que la única salida que encuentran es el suicidio, recientemente en España una mujer casada con dos hijos se quitó la vida después de que un video suyo donde mantenía relaciones sexuales se hiciera viral en su lugar de trabajo, cabe mencionar que este mismo video había sido grabado hace años, de modo que pareciera que sin importar que tanto cambien sus circunstancias laborales o familiares, este video siempre iba a estarla persiguiendo.
Es indispensable que sepamos lo que puede suceder al compartir una fotografía comprometedora nuestra con alguien más, pero también es importantísimo que estemos enterados todos y todas de lo que nos puede pasar compartimos una foto íntima sin el consentimiento de quién aparece en ella, PODEMOS IR A LA CÁRCEL, así es, gracias a la ley Olimpia, recientemente aprobada en el Estado de Veracruz, quienes compartan fotos íntimas sin la autorización de la persona retratada se expone a permanecer en la cárcel hasta 8 años, basta de solamente señalar a la víctima, hacer uso de fotos personales arriesgando la integridad física o moral de las mujeres es algo grave y por lo tal tiene que ser penado por la ley, así como ha avanzado la tecnología tiene que ir a la par nuestra legislación.
Así que ya lo sabes, la próxima que le pidas a alguien que te “pase el pack” recuerda que no es para que lo difundas y si decides hacerlo también despídete de tu celular porque en la prisión no permiten tenerlos.