En México las expresiones de odio son muy comunes, uno de los principales motivos de discriminación es en relación al género
En México las expresiones de odio son muy comunes, uno de los principales motivos de discriminación es en relación al género
Los discursos de odio anteceden a los crímenes de odio, cuando una persona se encarga de desacreditar a otra por motivos de color de piel, nacionalidad o género y todos los demás solapamos estas actitudes entonces también damos licencia para que alguien más lleve la violencia al siguiente nivel, un ejemplo de ello han sido los últimos acontecimientos en Estados Unidos, el presidente Donald Trump se ha referido a los migrantes como delincuentes o violadores, ha basado gran parte de su campaña en repetir que los mexicanos llegaron a invadir su país, después muchos ciudadanos estadounidenses comenzaron a agredir en la calle a quienes tuvieran rasgos latinos, así hasta llegar a tiroteos en centros comerciales con la finalidad de matar migrantes, la escalada de violencia comienza con un discurso.
En México las expresiones de odio son muy comunes, uno de los principales motivos de discriminación es en relación al género, específicamente si quieres desempeñar algún trabajo que no es el que socialmente relacionamos con lo que tendría que hacer un hombre o una mujer; pareciera que con el tiempo hemos acabado con los estereotipos pero basta con poner un poco de atención en el modo en que el común de las personas se expresan de quienes se salen de la norma para darnos cuenta de que nos hemos avanzado mucho, a pesar de que existen leyes para garantizar el derecho a la participación en la vida política de nuestra comunidad, las mujeres nos enfrentamos a un sinfín de comentarios machistas cuando decidimos ser políticamente activas, esta violencia se recrudece en tiempos de elecciones.
Sin importar si es una elección para gubernatura, presidencia de la república, incluso si es una elección interna para elegir líderes de partidos políticos invariablemente los comentarios misóginos salen a relucir, siendo todavía más grave cuando son quienes contienden por un cargo de elección popular quienes los expresan, esto nos da una idea clara de que estas personas que aspiran a ocupar puestos de toma de decisiones seguirán replicando la violencia contra las mujeres, hace apenas unos días Alfredo Grajales (quien es candidato en fórmula junto con Pepe mancha para la dirigencia del PAN estatal) se refirió a su compañera de partido Alma Rosa Hernández como “una víbora que se arrastra” para desacreditar su trabajo político, dando así pauta para que más personas tengan expresiones de odio hacia las mujeres que ejercen su derecho a la participación política.
No podemos seguir normalizando las expresiones de violencia hacia las mujeres, el hacer referencia a estereotipos de género para afectar nuestra imagen pública y desacreditar nuestro trabajo es una práctica que podemos combatir, lo primero es hacer visible nuestro desagrado cuando alguien agrede con sus palabras, exigir una disculpa pública, no repetir estas actitudes y mostrar solidaridad con quienes han pasado por este tipo de situaciones, nos esperan algunos años libres de elecciones, solamente se llevarán a cabo al interno de los partidos políticos con la participación de sus militantes, desde ahora podemos trabajar para acabar con la violencia política de género, de modo que en un futuro quien aspire a una candidatura tenga claro que no toleraremos más discursos