Desde que comienza diciembre podemos ver a la mayoría de las familias mexicanas emocionadas por las festividades que se aproximan...
Desde que comienza diciembre podemos ver a la mayoría de las familias mexicanas emocionadas por las festividades que se aproximan...
Desde que comienza diciembre podemos ver a la mayoría de las familias mexicanas emocionadas por las festividades que se aproximan, para muchas personas es sinónimo de convivencia con sus seres queridos, sin embargo, estas fechas se han visto cambiadas de por vida para miles de niños y niñas, por desgracia no tenemos el número exacto de cuantos son, lo que si sabemos es que nunca más podrán cenar con sus madres porque alguien decidió asesinarlas por el simple hecho de ser mujeres, estoy hablando de los hijos e hijas de las víctimas de feminicidio, quienes tanto sociedad como Estado han decidido ignorar.
Hasta ahora según datos proporcionados por el Instituto Nacional de las mujeres y el Consejo Nacional de Población se estima que hay al menos 3000 menores en situación de orfandad derivado del creciente problema de feminicidios en el país, en muchos casos han sido sus propios padres o padrastros quienes cometieron estos crímenes, quedando a cargo, en el mejor de los casos, de sus abuelas o parientes cercanos, no existe información certera sobre la salud emocional de estos niños y niñas, tampoco de como solventan sus gastos, solo algunas asociaciones civiles o particulares se han dado a la tarea de hacer visible la crisis por la que atraviesan.
Veracruz liderea las cifras de feminicidios en el país, hasta hace poco, de acuerdo a información proporcionada por el Observatorio Universitario de Violencia Contra las Mujeres de la Unidad Veracruzana, tan solo de enero a octubre del 2019 se cometieron 133 feminicidios en la entidad, aunque otras fuentes hablan de un aproximado de 200 casos en lo que va del año, lo “curioso” es que la Fiscalía General del Estado solo tiene contabilizados 95 casos, esto después de recategorizar las carpetas de investigación, no sería de extrañarnos que en próximos meses el problema de la violencia de género vaya a la baja sin haber realizado un cambio en la estrategia de seguridad ni de prevención, ¿el método? Como si fuera el eslogan del programa de reemplacamiento del 2020 “borrón y cifras nuevas”, cabe señalar que cada vez matan más mujeres, sea catalogado como feminicidio o no, esto no quita responsabilidad a nuestras autoridades.
Para poder cumplir con las víctimas indirectas de feminicidios y tratar de aminorar el impacto que estos crímenes tienen en sus vidas es necesario saber cuántas personas se han victo afectadas, cuántas mujeres les han arrebatado la vida, en qué circunstancias, cuál es el estatus de su carpeta de investigación, cuáles son las medidas que se han tomado con los asesinos, qué sucede con las familias, son demasiadas preguntas como para resumir todo en cambiar de “feminicidio” a “homicidio”, esta navidad miles de niños y niñas verán la mesa con al menos un asiento vacío, el de su madre, ¿cuál es la respuesta que queremos darles? Que no sea seguir volteando hacia otro lado.