Estamos constantemente expuestos a imágenes violentas, con solo prender el televisor nos encontramos con programas donde la trama implica desde agresiones verbales hasta asesinatos o escenas de tortura, lo mismo sucede en los diarios y las noticias, recientemente nos enteramos del tristísimo caso de un menor de edad que disparó contra sus compañeros de clase, asesinando a su maestra para después suicidarse, se ha especulado mucho acerca de cuáles fueron los motivos que le llevaron a hacerlo, la realidad es que atribuirlo a una sola causa (como ver videojuegos) sería simplificarlo demasiado, con estas situaciones caóticas alrededor nuestro ¿qué podemos hacer para prevenir que la violencia social siga en aumento?
Una de las propuestas es trabajar en la inteligencia emocional para la resolución no violenta de conflictos y el fomento de la cultura de la paz, poniendo especial énfasis en el diálogo como herramienta para llegar a acuerdos, para lograrlo es indispensable que exista voluntad por parte de quienes se ven envueltos en situaciones problemáticas en común, cuando se percibe asimetría en el uso del poder en las relaciones se tiene un escenario propicio para que surja el conflicto, es por ello que nivelar la balanza es necesario para que existan las condiciones que permitan llegar a un convenio justo para todas las partes, no es una tarea sencilla cuando no se ha trabajado antes con la regulación emocional propia, es por ello que la escucha activa y la empatía son claves en este proceso.
En la película “marriage story” (la pueden encontrar en Netflix), que narra la separación de una pareja con un hijo, en un principio deciden acercarse a un centro de mediación, esto para no hacer el proceso más desgastante y para evitar los altos costos que implica un juicio, aunque con el tiempo recurren cada quien a abogados especializados en divorcios, es un buen ejemplo de como si hubieran tenido la contención emocional adecuada quizás habrían evitado muchas peleas, eso mismo sucede con muchos otros problemas cotidianos, de saber llevarlos con más calma tendrían una resolución mucho más sencilla.
En Veracruz contamos con el Centro de Justicia Alternativa (CEJAV) donde cuentan con personal certificado para la mediación de conflictos, pero no es el único en el Estado especializado en justicia alternativa, actualmente contamos también con el Instituto de mediación y cultura de paz, donde la perspectiva de género y el enfoque transcultural son pieza clave para la resolución de problemas y toma de acuerdos, los cuales tienen carácter de cosa juzgada, son excelentes opciones para hacernos de nuevas herramientas para abordar el conflicto desde la paz.
Es necesario que como sociedad hagamos autoanálisis de nuestro modo de manejarnos ante los problemas cotidianos y buscar opciones pacificas para hacerles frente, de otro modo difícilmente podremos bajar los índices de violencia